La asociación contra la anorexia peligra al perder este año la subvención

«Nuestra continuidad está en riesgo», admite Gloria Martínez, presidenta de la asociación, constituida en 1996 e integrada en la Federación Española de Asociaciones de Ayuda y Lucha contra la Anorexia y la Bulimia (Feacab).

«Este año han adelantado la convocatoria de las subvenciones más de un mes, siempre era a finales de abril o primeros de mayo, y aunque desde la Consejería de Salud y Políticas Sociales se nos dijo que lo comunicaron por dos vías, desde luego nosotros no nos enteramos. Es cierto que nos llamaron dos días antes del cierre del plazo, pero ya no nos dio tiempo a elaborar toda la documentación ni a que los profesionales que colaboran con nosotros prepararan lo necesario», explica Martínez.

Un último intento desesperado fue inútil: «Enviamos un correo electrónico poco antes de que acabara el plazo, pero no sirvió de nada», se lamenta. En concreto, la entidad remitió el email a las 21.56 horas del pasado 5 de marzo: «Buenas noches. Adjunto por este medio los documentos para poder solicitar formar parte de la convocatoria de subvenciones destinadas a entidades sin ánimo de lucro para el desarrollo de actividades sociosanitarias durante el presente 2024. No ha sido posible hacerlo por el medio habitual, mediante la carpeta del ciudadano, en la página del Gobierno de La Rioja, ya que no había habilitada una nueva carpeta para dicha subvención, y en la anterior carpeta no dejaba introducir nueva documentación por estar en estado finalizado. Tampoco ha sido posible meterla en cualquier otra pestaña de la carpeta del ciudadano. Espero entiendan nuestras razones y pueda formar parte ACAB-Rioja de dicho proceso».

«A nosotros siempre se nos comunicaban los plazos por correo electrónico y llegábamos a tiempo, pero este año ha cambiado todo», aclara la presidenta, quien asegura que «otras asociaciones se han enterado por casualidad».

Con unos 6.000 euros concedidos el pasado año, la mitad de lo solicitado, la contabilidad ahoga a una entidad que ya a principios de 2020 se vio obligada a cerrar su sede física y atender online (www.acab-rioja.org) y con el apoyo de un equipo de expertos psicólogos colaboradores, que desarrollan en sus gabinetes privados los talleres y sesiones grupales.

Con más de 5.000 personas atendidas en sus 28 años de historia, en la actualidad presta apoyo a unos 40 usuarios en las sesiones grupales, además de medio centenar de consultas telefónicas mensuales. «No hay derecho a esto, más que por la asociación, por los usuarios y los profesionales, expertos en trastornos alimentarios», insiste la presidenta, quien añade que «ojalá pudiésemos cerrar porque ha desaparecido el problema, pero desde la pandemia, los trastornos alimentarios, como cualquier enfermedad de salud mental, han aumentado un 70%. Cada vez hay más enfermos, de más de 40 años y chicas muy jovencitas, de 14 y 15... Nos piden ayuda y atendemos a todos».

No se rinde, pero... «La idea es seguir y no vernos obligados a parar terapias ya iniciadas, pero no va a ser fácil, porque somos solo 50 socios, hasta 2020 éramos 250, y el remanente es muy pequeño. Pero si cerramos, ¿qué hacemos con los pacientes y sus familiares?», concluye, no sin enviar un último mensaje a la consejería: «Si quieren pueden solucionarlo, hace dos o tres años nos pasó algo parecido y el Gobierno de Concha Andreu demostró mucha sensibilidad y concedió la subvención».