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En algo están todos los diputados de acuerdo: hay que luchar contra el calentamiento global y hay que emplear bien los fondos europeos previstos para acelerar la transición energética. Al menos eso han dicho esta mañana en el Parlamento, aunque todos sospechen de la sinceridad ... de los sentimientos ajenos. El problema empieza cuando se desciende al detalle. ¿Cómo se hace eso? El Gobierno riojano ha decidido crear la Agencia Riojana de Transición Energética (ARTE) para gestionar los fondos europeos que van a llover de Bruselas para construir un futuro más verde. El pleno ha debatido la enmienda a la totalidad presentada por el PP, que cosechó el resultado esperado. Los votos de la mayoría gubernamental han tumbado la iniciativa popular y la ley que prevé la creación de ARTE sigue su curso.
El debate ha tratado de dilucidar si esta nueva agencia es oportuna o se convertirá en un simple chiringuito. Para Carlos Cuevas, portavoz del Partido Popular, ARTE es «innecesaria, poco transparente y cara». «Este ente lo que servirá es para duplicar el gasto en materia de transición energética. Si no hace falta, si la Administración pública puede llevar a cabo esas funciones, ¿para qué crearla?», ha denunciado Cuevas. El portavoz popular ha lamentado los «gastos desproporcionados en materia de personal». «La dirección general tiene hoy diez funcionarios; la agencia ARTE, de entrada, contará con 23. Pero además ya se advierte de que si fuera necesario, se externalizarán determinadas funciones. Ustedes machacan la administración, privatizan y encima no atienden la transición energética», ha denunciado. Baena (Ciudadanos) ha ido un poco más allá: aunque han comprendido la necesidad de crear un organismo que oficie de ventanilla única, lamentó la forma jurídica elegida y se malició que todo había sido un ardid del Gobierno para crear de tapadillo una empresa pública de energía, petición recurrente de Henar Moreno.
Todas las acusaciones han sido rebatidas primero por Moreno y más tarde por Sara Orradre (PSOE). La diputada de IU ha asegurado que iba a ser una buena herramienta: «Los fondos europeos nos permitirán avanzar con celeridad si somos capaces de dotarnos con instrumentos útiles. Este lo es, porque permite la confluencia de las distintas consejerías y direcciones generales implicadas». Por su parte, Orradre ha lamentado el «obstruccionismo» de la oposición y ha insistido en la necesidad de un mecanismo como ARTE: «Se busca la eficiencia, porque el gobierno no puede perder el tren y debe gestionar bien los fondos europeos. Y no supondrá ni una duplicidad de cargos ni de esfuerzos; esta es una gran inversión».
El pleno del Parlamento ha acabado obsequiando a los asistentes con una inopinada performance poética de Carlos Cuevas, que se atrevíó a glosar en verso la historia de creación de ARTE. Fue un romance largo y rimado con buena mano, con versos como: «ARTE se llama la cosa/chiringuito lo llamo yo» o «De los fondos europeos/ privatizan la gestión/ aquí no vale lo que dicen/ de internalización». Ha recibido división de opiniones: los de su grupo ha aplaudido arrobados y los de enfrente no le han visto la gracia. Sara Orradre dejó claro que «el arcipreste de Autol» no estaba a la altura y no le ha hecho «ninguna gracia».
El debate ha concluído con las palabras del consejero de Sostenibilidad y Transición Ecológica. Álex Dorado, que ha hablado en prosa, redundó en los argumentos de Orradre: «Necesitamos este instrumento para garantizar una transición energética justa, para mejorar los plazos de gestión, pero también para participar en el desarrollo de nuevas tecnologías». El consejero ha indicado además que en muchas otras regiones existían mecanismos singulares.
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