«El arte y la escultura humanizan las ciudades»

– ¿Qué importancia tiene la escultura para la humanización de las ciudades?

– Un entorno urbano sin áreas verdes, sin obras de arte... es un entorno tremendamente hostil y eso causa una serie de conductas y trastornos que se relacionan con su salud física y mental. Por lo tanto, debemos considerar la importancia de la escultura como parte del bienestar del ser humano. También es cierto que hay veces que los ciudadanos no apreciamos lo que tenemos alrededor. Si nos detuviéramos a observar la ciudad tendríamos una serie de reflexiones en torno al paisajismo, el tráfico, las zonas peatonales... Por ello es muy importante salir y observar. Yo se lo digo a mis alumnos y eso nos permite conectarnos. Al final, te das cuenta que la escultura contemporánea es algo que no se ve, pero que está ahí.

– ¿Cree que también en Logroño?

– También en esta ciudad se observa esa interacción. Vemos cómo con la pandemia los parques se ocupan mucho más, la gente sale a caminar más... creo que todos nos hemos dado cuenta de edificios en los que no nos habíamos fijado, esculturas, fuentes... lo que nos otorga una identidad como ciudad.

– ¿Cómo ocurre esa interacción?

– Puede ser a nivel reflexivo, estético... pero también a nivel educativo. La escultura es un recurso magnífico para la educación artística y plástica de todos los niveles. Si vamos con los de Infantil, los sacas del aula, se mueven, conocen el entorno, se preguntan cosas... Activas una serie de teclas y procesos.

– ¿Qué ciudades consideraría usted un ejemplo de valor de escultura urbana? ¿Qué opinión le merece Logroño?

– Logroño es una ciudad pequeña con un nutrido parque de esculturas, aunque creo que hacen falta más. Es importante que se conozcan esas esculturas, ya que hay muchos elementos y muchos ejemplos de lenguajes escultóricos y materialidades. Como decía Oteiza, las esculturas no están para decorar rotondas, son objetos artísticos realizados por artistas. Como arte, humaniza, nos aporta. Su razón de ser no es servir 'para', es 'ser' una obra de arte. En cuanto a ciudades cercanas a Logroño, Bilbao cuenta con una red de museos muy importante y desde la creación del Guggenheim se ha ido creando una serie de esculturas en torno a la ría y todo el paseo se ha ido transformando.

– ¿Cuál ha sido la evolución del espectador en la percepción de la escultura?

– No creo que haya habido una evolución o involución. No creo que cualquier tiempo pasado fue mejor, estamos en un tiempo estupendo que por ejemplo me permite enseñar a gente que está en cualquier parte del mundo. No es tanto una evolución del espectador como una evolución como sociedad. Nuestras ciudades van a estar más o menos sucias, van a tener más esculturas, zonas peatonales... según el valor que le damos. No es que hayan cambiado los gustos, aunque también influye.

– ¿Cuáles serían para usted las imprescindibles de La Rioja?

– No creo que haya una lista de imprescindibles. Lo interesante es ver el contexto, observar quién la hizo, en qué momento, con qué materiales, qué quiso decir, por qué se emplazó ahí... A veces con las contemporáneas nos cuesta un poco comprender ese contexto, pero si rascamos un poco en la superficie, vemos la narración. Por eso es importante dedicar tiempo a las esculturas, vivirlas. El problema es que ese tiempo hoy en día escasea, aunque siempre hay momentos en los que podemos parar y observar, reflexionar.

– Como docente e investigadora en artes plásticas, ¿cómo es de importante que se eduque en la cultura del arte urbano?

– Es muy importante. Si no educamos a las nuevas generaciones desde las primeras etapas, el niño va perdiendo vinculación con su ciudad. Es algo muy valioso en las aulas. Se deben aprovechar los recursos que nos ofrece el arte urbano, porque es un recurso gratuito que permite infinidad de usos y aplicaciones en el aula. Con los más pequeños: el entorno, el lenguaje, el dibujo, la motricidad..; con Primaria se puede trabajar historia, geometría, formas... Ya con mayores se puede hablar de quiénes son los artistas y conceptos más complejos. Es una forma de trabajar transversalmente.