La Universidad de La Rioja constituyó la semana pasada la comisión investigadora de los mensajes sexistas y homófobos del chat de alumnos de Magisterio y el pasado lunes inició el trabajo, sin que haya trascendido todavía ningún avance. Tal y como ha informado la ... propia UR, se ha nombrado un responsable de la instrucción del expediente, que será asistido técnicamente por una comisión compuesta por tres personas.
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Los cuatro encargados de la investigación abierta son personal de la UR, con el cometido de recopilar información y elaborar un informe final sobre la cuestión, aunque no se ha aclarado si los componentes son profesores, cargos rectorales, personal administrativo o alumnos.
El pasado 8 de septiembre trascendieron unos mensajes («Últimamente son muy putas todas», «Hay que partirle las bragas», «Dile que no aceptan mariquitas en magisterio»...) que se habían publicado en un grupo de WhatsApp de alumnos de Magisterio. La noticia tuvo tal alcance nacional que hasta opinaron sobre lo sucedido las ministras de Igualdad y Educación, Irene Montero y Pilar Alegría, respectivamente. Ese mismo día el rector de la UR, Juan Carlos Ayala, ofreció una rueda de prensa junto a la vicerrectora de Estudiantes (Marian Martínez), la decana de la Facultad de Letras y de la Educación (Asunción Barreras) y el presidente del Consejo de Estudiantes (Ramón Sánchez), en la que mostró su «absoluta condena» a los mensajes de contenido «repugnante» y anunció la apertura de un expediente debido a la gravedad de los hechos.
La constitución de una comisión investigadora tiene como principal objetivo, tal y como informó Juan Carlos Ayala, aclarar lo ocurrido para, si hubiera «alguna parte constitutiva de delito», trasladar el informe que se elabore al Ministerio Fiscal. «Los mensajes contienen expresiones absolutamente rechazables: denigrantes, maleducadas y, en algunos casos, incluso violentas», afirmó el rector de la UR. «Si los hechos fuesen calificados como faltas muy graves podrían determinar una expulsión desde dos meses hasta tres años, con anotación en su expediente académico», informó la UR en un comunicado en el que también se animaba a las personas que se pudieran haberse sentido dañadas a que denunciaran lo ocurrido.
Días después, el lunes 11 de septiembre, medio millar de personas, tanto de la comunidad universitaria como ajenas al campus, se concentraron un acto convocado por el Consejo de Estudiantes de rechazo a lo ocurrido.
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