Entre Aquiles y Shakira

Homero cantó la ira del pélida Aquiles, «cólera funesta que causó infinitos males a los aqueos y que precipitó al Hades muchas almas», aunque ahora, al menos en esta tierra ribereña del Ebro, al infierno ya no se llega tras cruzar en barca la laguna Estigia sino al quedar por debajo del cinco por ciento, un listón administrativo, poco heroico quizá, que sin embargo abre las puertas del poder (y del dinero). El nuevo partido se une así a una pelea que se anuncia febril y tumultuosa y cuyo resultado puede determinar el color del próximo Gobierno de La Rioja. Sobre las cenizas de Ciudadanos se yerguen las ilusiones de Vox, La Rioja Ahora y Por La Rioja, el nuevo partido de Bretón, mientras que la izquierda hace sus propios cálculos, enrevesados y hostiles, con Izquierda Unida, Podemos y Alianza Verde anunciando candidatos a la anhelada sombra de Yolanda cuando la idea misma de Yolanda va esfumándose poco a poco en el horizonte como un espejismo causado por la desesperación y el calor. Todos persiguen el 5% de los sufragios y saben que su suerte e incluso su futuro pueden depender de cien o 200 votos. El 4,9% aboca a la irrelevancia y el 5,1% puede darle a uno tres Consejerías.

Un nuevo contendiente en esta lucha, por poco apoyo que concite, complica la vida a todos los demás, especialmente al PR+, madera original de la que es cuña. Su coalición con la plataforma España Vaciada generó malestar en algunos de sus dirigentes –y de esos polvos estos lodos–, aunque está por ver si los ciudadanos la han recibido con simpatía o con indiferencia. En las pasadas elecciones autonómicas, los regionalistas consiguieron una cifra de sufragios nada despreciable (7.489), pero se quedaron a cuatro décimas de saltar el listón del 5%. Les faltó un golpecito.

No está tan claro, sin embargo, que el movimiento de Bretón pueda quitarle votos al PP de manera significativa. La oportunidad de recuperar el poder es un pegamento poderoso y en horquillas por encima del 30% hace falta restar muchas papeletas para hacer daño de verdad. En cualquier caso, aunque en Duquesa de la Victoria guarden silencio, el ruido no les beneficia y la sola presencia de Bretón contribuye a perpetuar la pegajosa sombra del dedazo genovés.

Con la izquierda más izquierda enredada en su habitual madeja y la consejera Romero apurando los últimos meses de su canonjía, solo la presidenta Andreu asiste divertida, tal vez comiendo pipas, a este espectáculo preelectoral que tiene mucho de telefilme de sobremesa.

La cólera de Aquiles acabó en una colosal tragedia. Casi tres mil años después de Homero, otra rapsoda, Shakira, decidió ponerle música a su despecho. «Las mujeres no lloran/ las mujeres facturan», dice con arrullos de máquina registradora. El problema para los exiliados del PPy del PR+ es que en La Rioja, para facturar de verdad, hay que superar el 5% de los votos. Y esas son muchas papeletas.