Prácticamente el mismo trazado, salvo en la zona de Alcanadre, jalonada de espacios naturales protegidos, donde se desplazará hacia el sur mediante una variante, y manteniendo el ancho ibérico, esto es, sin construir una nueva plataforma de alta velocidad. Esta es la propuesta preferente del ... Ministerio de Transportes para el eje ferroviario riojano Logroño-Castejón, que se recoge en el estudio informativo que acaba de ser aprobado de forma inicial y que no será definitivo hasta resolver las alegaciones que se presenten en la fase de información pública.
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La presidenta del Gobierno de La Rioja, Concha Andreu; el secretario general de Infraestructuras del Ministerio de Transportes, Xavier Flores, y el subdirector general de Planificación Ferroviaria, Jorge Ballesteros, han comunicado la noticia en una rueda de prensa en la que se ha justificado el mantenimiento del ancho ibérico como «la mejor opción en estos momentos» . También lo fue hace cinco años, pero ante la contestación social que generó, el entonces ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, dio marcha atrás y recuperó la idea original de construir una plataforma ferroviaria nueva como la prevista en el eje Zaragoza-Castejón (el estudio informativo se está ultimando) o la que ya se está ejecutando en el corredor navarro.
Sin embargo, el nuevo estudio informativo del tramo Logroño-Castejón (se tuvo que redactar uno nuevo porque el anterior caducó en 2013) presentado este martes en la sede de la Presidencia de la Comunidad, con la asistencia de dos consejeros y de la delegada del Gobierno en La Rioja, opta por «modernizar» la vía actual, bajo la premisa de que permitirá a los convoyes circular a una velocidad «entre los 200 y los 220 kilómetros por hora», la inicialmente prevista, «que es una tipología de vía de alta velocidad ferroviaria que así está reconocida por la UE», ha explicado Ballesteros. Por tanto, «La Rioja vuelve a estar en el mapa de la alta velocidad», ha concluido Andreu, que ha incidido en que el proyecto se enmarca «dentro del corredor Cantábrico-Mediterráneo, que pertenece a la Red Transeuropea de Transporte, que va impulsar la conexión de la comunidad con el resto del territorio nacional y con el exterior».
Por su parte, Flores ha hecho hincapié en que la adaptación del ancho ibérico hace compatible el uso mixto de la vía para el transporte de mercancías y pasajeros, garantiza que «las prestaciones sean las mismas» y los tiempos de viaje desde Logroño se acortarán a una hora con Zaragoza y a dos horas y cuarto con Madrid y Barcelona. Según ha señalado, el ancho ibérico «no hace que los trenes vayan más lentos o más rápidos» y, en todo caso, «todo queda preparado por si en un futuro se decide un ancho de vía global», un proceso que «sería muy sencillo y fácil». Asimismo, se ha aseverado que el estudio informativo «salda una deuda con La Rioja, colocándola en el mapa».
Al proyecto del corredor todavía le queda un largo proceso administrativo hasta el comienzo de las obras físicas. Para verlas «queda mucho tiempo, no nos engañemos, porque los procedimientos son largos», ha admitido la presidenta, si bien el estudio informativo «es el primer paso que estábamos esperando después de veinte años de retrasos».
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El documento, pendiente de publicación en el BOE, divide el corredor en tres tramos y se han estudiado seis posibles alternativas, de las que el Ministerio ha preseleccionado una. La fase de Rincón de Soto (excluye la variante) comprende desde Castejón hasta Calahorra (24 kilómetros) y sus características permiten «el aprovechamiento máximo del corredor existente». En la de Alcanadre (unos 20 kilómetros), la más problemática, se propone una variante al sur cercana a la autopista AP-68. Y la tercera fase, la de acceso a Logroño (15 kilómetros), sigue prácticamente el eje actual en su totalidad. Según la propuesta habrá dos túneles en Alcanadre (de 216 y 1.868 metros cada uno) y tres viaductos: uno de 310 metros en Rincón; otro de 806 metros en Alcanadre y un tercero en la capital riojana, de 120 metros. El presupuesto asciende a 513,46 millones, unos 8,65 millones por kilómetro.
En cuanto al tramo Logroño-Miranda, se ha informado de que el estudio de alternativas se licitará en 2022.
A pesar de que forma parte del corredor y, de hecho, da nombre a uno de los tres tramos en los que el estudio informativo divide el eje Logroño-Castejón, la variante rinconera se tramita de forma independiente del proyecto global. Ayer, la presidenta de la Comunidad, Concha Andreu, ha confirmado que «la redacción del proyecto de construcción se adjudicará en breve», con el objetivo de «que las obras se liciten el próximo año».
Se tratará de una vía única, electrificada, de ancho convencional, adaptada para una velocidad de 200-220 kilómetros por hora (el proyecto inicial preveía 140 kilómetros por hora). Mide 8,6 kilómetros y estará financiada (cuesta 60 millones) por los fondos europeos de reconstrucción. La nueva variante podría estar operativa a finales de 2024.
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