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Renovación total. O casi. Concha Andreu presentará el sábado una personalísima lista electoral para las autonómicas del 28M. La primera que ha confeccionado a manos libres, bajo su absoluta responsabilidad, solo reserva espacio a tres de los diputados que ahora se sientan en los ... escaños socialistas del Parlamento regional: Jesús María García, Sara Orradre y la propia Andreu, que abre la papeleta del PSOE.
Con ellos, según ha podido saber este periódico, Andreu alineará al menos a dos miembros de su Gobierno: la titular de Salud, María Somalo, y el de Desarrollo Autonómico, José Ángel Lacalzada. Y a partir de aquí se acaban las certezas. Nombres como el de Raúl Díaz o el de Teresa Villuendas, que algunas fuentes socialistas también dan por seguros, no tienen, sin embargo, la presencia asegurada, «aunque no están descartados», aclaran desde el entorno de la secretaria general.
En menos de una semana, Andreu despejará incógnitas y tendrá finiquitada la candidatura para someterla al visto bueno de su Comité Regional. Solo ella, en su papel de secretaria general de la organización, y quizás algún contado allegado político, de su máxima confianza, están al tanto del secreto. Pero a nadie iniciado se le escapa desde hace ya algunos, muchos, meses que el vuelco iba a ser total. Porque no pocos de los miembros de la actual plantilla de diputados socialistas tenían o tuvieron, de una u otra forma, vínculos con el anterior secretario general del partido, Francisco Ocón, el urdidor de la plancha con la que el PSOE recuperó el poder en la región después de cinco lustros penando en la oposición. Mérito éste que se da descontado desde octubre de 2021, cuando el hoy diputado de a pie Ocón Pascual se echó a un lado, más por arrastre de las fuerzas que a ello le impelían que por convencimiento, y entregó todo el poder a de Andreu, que culminaba así el itinerario que unos meses antes le había sugerido el propio Pedro Sánchez para acabar con la que, a su juicio, era una incómoda bicefalia en el partido.
Por eso, de Ocón y de los 'suyos' no quedará ni rastro en la próxima fotografía electoral que tendrá a Concha Andreu en primera fila y con la que afrontará el incierto reto de reeditar un resultado que le permita un segundo mandato al frente del Ejecutivo.
En la Ejecutiva regional del PSOE, hoy por hoy la guardia de corps de Concha Andreu, entre los altos cargos de segundo nivel de la administración autonómica, residen quienes, quizás sin aún saberlo, serán convocados a completar la candidatura socialista.
A Concha Andreu le preocupa que la Cámara regional emanada del 28M requiera una 'mano amable' en la presidencia del legislativo. Aunque el actual presidente, Jesús María García, uno de sus incondicionales, goza de toda su confianza, ha sondeado en su entorno la conveniencia de plantearse una alternativa que pudiera ser tenida por el resto de grupos como menos áspera. Este diario ha conocido que Andreu ha consultado con un histórico de la política riojana como es Pablo Rubio, hoy consejero de Servicios Sociales, la posibilidad de que, si los resultados del 28M se lo permiten, sea el sucesor de García en la Cámara.
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