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Andreu recibe el aplauso de la bancada socialista tras su intervención en la primera sesión del debate de investidura. :: juan marín
Andreu ofrece un «solo gobierno» abierto a la centralidad

Andreu ofrece un «solo gobierno» abierto a la centralidad

La próxima presidenta de La Rioja sostiene que la demora en su investidura apuntala la estabilidad de un Ejecutivo «radicalmente demócrata»

Teri Sáenz

Logroño

Martes, 27 de agosto 2019, 07:46

logroño. Un «solo gobierno» con garantía de estabilidad cuyo programa político no se ceñirá al electorado del PSOE y sus socios, sino que apelará también al centro tanto a escala autonómica como nacional. Así puso ayer de largo Concha Andreu su plan de acción en el discurso de investidura que hoy se rematará con la votación que la aupará como presidenta. En una intervención más concisa que durante el fallido pleno de julio donde el 'no' de Podemos frustró su primer intento de ocupar el Palacete, Andreu invirtió la primera fase para valorar, precisamente, la dilación en cerrar el acuerdo que va abrir una nueva etapa tras casi un cuarto de siglo con el PP al mando. «Ha sido un tiempo útil y necesario para conseguir una investidura y un gobierno estables», alegó aludiendo a las «lecciones aprendidas» en este ínterin que han confluido en una mayoría absoluta y plural del Parlamento con varias fuerzas frente al modelo que ha dominado hasta ahora. «El acuerdo es lo que empasta (...) y la responsabilidad de que un proyecto de progreso triunfe en La Rioja es lo que hará que los recelos que todavía puedan existir se superen», agregó para disipar las sospechas de que las fricciones surgidas hasta alumbrar el Gobierno de coalición puedan lastrar su gestión cuando eche a andar.

Andreu fue incluso más allá en el mensaje de solidez y confianza mutua tras ceder en la idea original de articular un gabinete monocolor y dar finalmente a Podemos una Consejería -Participación, Derechos Humanos y Cooperación- a cambio del 'sí' que Raquel Romero dará hoy a su candidatura. «Desde el principio, mi objetivo ha sido conseguir un gobierno estable y solvente, pero sobre todo un solo gobierno», reconoció para, a partir de esa unidad, cargar también contra los vaticinios de radicalidad en la gestión y fugacidad en la alianza con IU y la formación morada. «Mi programa no se agota en esta legislatura», empezó advirtiendo para avisar a la oposición de que «tampoco va a ceñirse a nuestro electorado, ya que buena parte de la centralidad en España y en La Rioja está buscando donde apoyarse». «No se preocupen por el extremismo», abundó al recalcar que su única radicalidad será contra la corrupción, la pobreza, el despilfarro, el fracaso escolar, el paro, la desigualdad, la apatía... «Seremos radicalmente demócratas», remachó.

Vídeo. TVR

A lo largo de los 50 minutos que permaneció frente al atril, Andreu reiteró las líneas maestras que aspiran a guiar su mandato sin renunciar tampoco a píldoras críticas contra el ciclo que su Presidencia va a finiquitar. Su compromiso con la ejemplaridad fue la oportunidad para, en una alusión velada a Pedro Sanz y el caso de su chalé de Villamediana, afirmar que «hay quien ha creído en el pasado que la responsabilidad de infringir la ley es la misma en un ciudadano que en el presidente, dándole la vuelta perversa al principio de igualdad ante la ley». No fue el único dardo dirigido al PP saliente. Al hilo de su relato sobre la próxima política en materia de municipalismo, contrastó el trato ecuánime a todos los ayuntamientos con la «actividad frenética» del gobierno en funciones distribuyendo inversiones vía convenios. «Ese mal hacer nos va a suponer una situación económica difícil de superar en mucho tiempo», denunció.

«Hay quien ha creído que la responsabilidad de infringir la ley de un presidente es la misma que un ciudadano»

Justicia

Andreu recurrió a una etiqueta ya acuñada para definirse y condensar sus intenciones. «Quiero ser la presidenta de lo público», sentenció fijando ese titular como garantía para la igualdad y preámbulo para recapitular algunos de sus proyectos y, en paralelo, desmentir a los agoreros que observan en su figura y las medidas del acuerdo suscrito con IU y Podemos una carga de profundidad ideológica. Por ejemplo, en educación. «Es el sectarismo silencioso practicado por el PP durante todos los años que ha gobernado La Rioja lo que ha desequilibrado la relación entra la pública y la privada», prologó para inscribir las iniciativas previstas en esta línea en el afán de un aprendizaje justo con la meta de que el gasto en enseñanza llegue al 5% del PIB en seis años. Un razonamiento análogo al que recurrió respecto a la eliminación paulatina de los conciertos, convenios y contratos con empresas sanitarias privadas. «Queremos recuperar para el sistema público todo aquello que pueda asumirse de forma ordenada y garantice un mejor servicio», aclaró antes de defender también un modelo en política fiscal sustanciado en lo colectivo y la solidaridad que en ningún caso amenaza la deslocalización. «Teniendo en cuenta que nuestra capacidad fiscal es muy limitada y en algunos impuestos la capacidad normativa muy pequeña, la mayoría de las intervenciones de la oposición son de una sobreactuación casi folclórica», dijo mirando a la bancada de PP y Cs y lanzarles una interrogante: «¿De verdad no les parece justo un esfuerzo que resulta menor para quienes más tienen?».

A esos ingredientes cardinales añadió Andreu otros condimentos de gestión como memoria histórica, modernización, participación o liderazgo, que en asuntos medulares como infraestructuras cristalizarán en alianzas y complicidades a nivel estatal y europeo, con otras comunidades y el Gobierno central.

Concha Andreu, durante la sesión de este lunes
Imagen principal - Concha Andreu, durante la sesión de este lunes
Imagen secundaria 1 - Concha Andreu, durante la sesión de este lunes
Imagen secundaria 2 - Concha Andreu, durante la sesión de este lunes

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