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El programa de becas de la Fundación Amancio Ortega ha vuelto a conceder 400 ayudas para el curso 2022-23. El año pasado la pandemia provocó la interrupción de esta iniciativa para la que se han presentado más de 10.000 solicitudes. Dos de los ... 400 afortunados son estudiantes de La Rioja que durante un curso, casi un año completo, residirán en Canadá continuando su formación académica. El programa está dirigido a alumnos de 4º de la ESO de cualquier centro educativo de España con una nota mínima de 7 tanto en el tercer curso como y en Inglés. La beca cubre todos los gastos de viaje, estancia, matrícula y escolarización.
Los dos estudiantes riojanos que han sido elegidos por la Fundación Amancio Ortega son Juan Langarica Cabredo, logroñés de 15 años y alumno de Escolapias-Sotillo, y la también logroñesa pero residente en Lardero Laura Gismano Abad, de 15 años y alumna de Marianistas. Ambos viajarán a finales del mes de agosto a Norteamérica para iniciar el curso equivalente allí a primero de Bachillerato y permanecerán alojados con una familia de acogida hasta julio de 2023.
«Esta integración en la vida escolar de Canadá o Estados Unidos permite no solo desarrollar al máximo su dominio del inglés sino también, a partir de todos los recursos que la beca pone a su disposición, vivir una aventura inolvidable a lo largo de los diez meses de estancia», explica la Fundación. Se da la circunstancia de que estas semanas Juan Langarica Cabredo se encuentra en Kosiçe (Eslovaquia) participando en un programa de movilidad de su centro escolar. Juan viajará a New Brunswick (Canadá), un destino que considera «muy bueno porque hay mucha gente de intercambio». «La beca ofrece unas condiciones impresionantes y desde la ESO me propuse ponerme las pilas», reconoce Juan, quien recuerda haber conocido la beca por el primer intento de su hermana. Ella no la logró, así que al conocer la noticia de que él sí «la primera reacción de mi madre fue echarse a llorar, están encantadísimos».
Y es que, relata Juan, «somos familia numerosa y todos queremos estudiar en la Universidad, así que mis padres no pueden mandarnos a estudiar a todos fuera, porque ninguna de las carreras que queremos están en Logroño». Esto supondrá una ayuda ya no solo para el joven sino para toda la familia. A Juan le gustaría estudiar Física y Matemáticas o Ingeniería Aeroespacial o Aeronáutica. Lograr la beca, reconoce, ha supuesto «un alivio» porque «he trabajado mucho».
juan langarica | estudiante de escolapias
Nadador del Club Natación Las Norias, cuando no está estudiando está en el agua. «El tiempo lo tengo muy aprovechado, no tengo tiempo libre, voy a clase, a academia de inglés, natación (entreno 30 horas semanales), a casa a hacer deberes y estudiar y a la cama. La suerte es que mis amigos son los de natación y entrenan conmigo», explica Juan, quien ya aventura que «va a ser un año más largo, es una gran alegría porque pensé en dar lo máximo de mí para intentar obtener la beca, me he presentado a todo lo voluntario y eso siempre lo tienen en cuenta».
Laura Gismano Abad viajará a Nueva Escocia (Canadá), una península al Este muy cerca de New Brunswick. «Quise optar a la beca para poder vivir en primera persona una cultura que admiro. Desde los 11 años he trabajado y estudiado muchísimo, intentando aprender el máximo inglés posible, leyendo, yendo a campamentos, viendo cine…». Laura reconoce que «no soy mucho de salir, así que eso no ha supuesto un sacrificio porque el objetivo era la beca», sus aficiones son el atletismo, la literatura y la música.
laura gismano | estudiante de marianistas
Como ella aún no tiene claro qué estudiar, «esa ha sido una de las razones por las que me presenté a la convocatoria, por el gran abanico de oportunidades que ofrece para aclararme, porque me gusta todo, Ciencias y Letras». De su destino le gusta que es muy diferente a La Rioja, con temperaturas de hasta -18 grados y con mucho deporte de invierno, así que admite que supondrá «un contraste».
«Creo que todos estamos un poco nerviosos todos porque nos vamos a 9.000 kilómetros de distancia. Los campamentos de inglés a los que he ido han sido un poco como entrenamientos para mí, aunque será difícil», admite Laura, quien, no obstante, añade segura que la concesión de la beca de la Fundación Amancio Ortega «es algo por lo que siempre he luchado y mis padres nunca me limitaron, así que es un orgullo para todos porque son muy pocas personas las elegidas».
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