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El mercado inmobiliario parece haberse vuelto demasiado obvio en los últimos meses. El alza del euríbor y unos préstamos encarecidos han concluido con el ... optimismo con el que se salió de la pandemia. Después de un 2022 en el que La Rioja tocó su techo 'post-burbuja', este año las cifras vuelven a la baja con una tendencia marcada no solo en el descenso de ventas sino en el gran aumento de cancelaciones hipotecarias en viviendas, a un ritmo que no se veía desde el año 2009 a consecuencia de los altos intereses.
Durante el tiempo en el que el euríbor permanecía en negativo –situación que se dio entre febrero de 2016 y marzo de 2022–, los intereses de un préstamo representaban solo un pequeño añadido para aquellos riojanos que se guiaban por los tipos variables. Por ejemplo, en una hipoteca de 130.000 euros a 25 años, supuso durante esos seis años entre 25 y 60 euros por mensualidad. Ahora, ante un euríbor al 4%, en ese mismo caso, los intereses sumarían a la cuenta más de 300 euros. Mientras, los hipotecados exploran opciones para esquivar esta vertiginosa escalada, por medio de la renegociación de las condiciones, en el traslado de la hipoteca a otra entidad o, en otro caso que está popularizándose, pagando la deuda restante y cancelando el préstamo de forma anticipada: «Muchas familias que disponen de ahorros están optando por amortizar sus hipotecas, ya sea total o parcialmente, sobre todo en el caso de las operaciones a tipo variable», confirma Víctor Royo, jefe de Estrategia comercial de Ibercaja.
Ernesto Gómez Tarragona
Decano Colegio de Economistas
Víctor Royo
Estrategia comercial de Ibercaja
En marzo, cuando el euríbor alcanzaba el 3,6%, se produjeron 388 cancelaciones hipotecarias en La Rioja, el dato mensual más alto de la última década y que acompaña a la tendencia anual hasta agosto, como confirma el último informe del INE. En 2023, en La Rioja se han liquidado 2.249 hipotecas, con una media de 281 al mes.
Este ritmo de cancelaciones es el más alto de la serie histórica desde 2009, año en el que se llegó a las 3.621, en un contexto aún de 'burbuja inmobiliaria', cuando la actividad era mucho más intensa. Desde entonces, las cifras en La Rioja han estado casi siempre por debajo de las tres mil hipotecas finalizadas, barrera que se volvió a superar el pasado año.
Precisamente, el mercado inmobiliario recuperó en 2022 un dinamismo que no se veía desde hace tiempo, con un aumento de la compra-venta de viviendas y 3.249 hipotecas suscritas –9 al día–, que por primera vez desde 2011, superaban las cancelaciones. Sin embargo, la tendencia volvió a invertirse desde enero. «La subida de tipos de interés ha sido un catalizador para el ajuste a la baja de las ventas e hipotecas», apunta Víctor Royo. En 2023, cada día se firman en La Rioja seis hipotecas destinadas a viviendas y se cancelan nueve. Esa proporción, con un 53% más de liquidaciones que contratos, tampoco se registraba desde 2015.
El escenario no es novedoso pero sí representativo del frenazo del mercado. A unas ventas menores se suman aquellos que quieren quitarse el lastre hipotecario. El decano del Colegio de Economistas, Ernesto Gómez Tarragona, comenta que esta situación «a todos nos ha llamado la atención, ya que los que nos dedicamos a la economía siempre recomendamos un poco de prudencia, es mejor tener intereses que quedarte sin efectivo», si bien, reconoce que «es una buena opción si cuentas con suficiente capital». «Las cuentas que hace la gente son muy sencillas con el euríbor al 4% y el efecto psicológico de varios años sin pagar apenas intereses», explica.
La vertiginosa subida de tipos está provocando lo que Gómez Tarragona califica como «una guerra de hipotecas» entre entidades «para quitarse clientes»: «Está ocurriendo de forma masiva y, de hecho, se ofrecen mejores condiciones a gente de fuera del banco que a sus propios clientes». La gran mayoría de hipotecados, que no tienen posibilidades de amortización o cancelación, sufren cada vez más para cuadrar sus presupuestos, buscan un préstamo menos perjudicial.
«Todo depende de la situación particular de cada persona: los años que le queden de hipoteca, la deuda, la cuota mensual, sus necesidades financieras...», apunta Víctor Royo, de Ibercaja, añadiendo en cuanto a las subrogaciones de otras entidades que «algunos clientes se interesan por las hipotecas fijas y mixtas, que les permiten un tipo fijo durante los primeros cinco o diez años para después pasar al variable vigente en ese momento». Después del freno del Banco Central Europeo a la subida de los tipos de interés, los hipotecados anhelan un 2024 en el que el euríbor inicie, al menos, un moderado descenso.
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