El alza de los combustibles invalida parte de los descuentos

La constante escalada de los precios de los combustibles está poniendo contra las cuerdas al sector del transporte, que afronta con bastante preocupación e incertidumbre el mes y medio que queda de vigencia de descuentos en los repostajes. Sobre todo porque, transcurrido poco tiempo después de las movilizaciones que fueron secundadas a nivel nacional y regional, y de poder acceder a ayudas directas y a la bonificación de 20 céntimos por litro, la factura del combustible se está ensanchando de tal manera que vuelve a ser inasumible para los trabajadores del sector.

«Estamos muy preocupados porque los precios de los combustibles siguen subiendo y, con ellos, el descuento se va diluyendo. Cuanto más caro sea nuestro servicio más complicado será para nuestros clientes, por lo que no sabemos cómo va a terminar esta situación de incertidumbre en la que nos encontramos», expone Santiago Gutiérrez, presidente de la Asociación de Transportistas y Logistas de La Rioja (ATRADIS), integrada en la FER.

Menos aún cuando el alza de los precios está reduciendo su rentabilidad. «Gran parte de nuestro coste tiene que ver con el combustible, que antes de estas subidas exageradas estaba en torno al 30-35%, mientras que ahora alcanza el 40-45%», critica. De ahí que «si el carburante fluctúa de un día para otro, y lo hace tan al alza como en los últimos meses, supondrá la ruina para las empresas de transporte, cuyos márgenes serán insuficientes para soportar estos sobrecostes», advierte Javier Cámara, secretario general CETM La Rioja.

La incertidumbre es la tónica general del sector. «La situación es muy complicada. Nadie sabe qué pasará con la bonificación de los carburantes y nada apunta a que su precio vaya a reducirse. No sabemos si mantendrán las ayudas, pero necesitamos ser solventes por nuestros medios», lamenta Cámara. La solución, sostienen desde ambas asociaciones, debería pasar por la intervención del precio de los carburantes. «Está habiendo un alto porcentaje de especulación que el Gobierno tiene que controlar, porque cuanto más cuesten los carburantes más dinero recauda», critica Gutiérrez.

En este sentido, Fernando Melchor, presidente de ATA-Rioja, advierte que, de seguir así, «en julio tendremos problemas con los transportistas y con todos los sectores cuya actividad depende en gran medida del combustible, y será el consumidor el que sufra las consecuencias del incremento de unos costes que no vienen derivados solo de la guerra, sino también de una situación coyuntural dentro de España. Si la rebaja del bono no significaba volver a los precios iniciales, porque solo los mitigaba, ahora la situación vuelve a ser nefasta».

Los taxistas, aunque están recuperando sus niveles prepandémicos, también miran con recelo esta bonificación. «La valoración era positiva, porque toda ayuda que recibamos nos viene bien, pero deja de ser tan buena cuando los combustibles suben tanto y no sirve para compensarlos», critica Roberto López, presidente de la Asociación de Taxistas de La Rioja y de Unitaxi.

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