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El clima extremo no es buen compañero para la salud. Tanto las temperaturas excesivamente bajas como el calor más sofocante pueden convertirse en causas directas de problemas físicos que se pueden ver agravados hasta tal punto de provocar, en los casos más graves, la muerte. ... Así se recoge, año tras año, en los datos del Sistema de Vigilancia de la Mortalidad Diaria (MoMo), desarrollado por el instituto Carlos III en colaboración con el Ministerio de Sanidad. Un panel que eleva los fallecimientos por calor en La Rioja en la última década hasta los 218.
El verano meteorológico de este 2024, que va desde el 1 de junio hasta el 31 de agosto y no coincide con el astronómico, ha añadido 34 decesos a esa estadística. Ninguna de esas muertes se registraron en junio, mientras que doce de ellas tuvieron lugar en julio y 22 durante el mes recientemente finalizado. Todos los fallecidos durante dicho periodo estival tenían más de 65 años y 25 de ellos superaban los 85.
Por sexos, el calor ha resultado mucho más letal para las mujeres (22 muertes) que para los hombres (12) y, por fechas, el periodo en el que se acumularon más fallecimientos fue la semana que arrancó el 29 de julio y terminó el 4 de agosto. Casi un tercio (10) de todas las defunciones se contabilizaron en solo esa semana, cuando la tercera ola de calor golpeó con fuerza a la región.
Vistas las estadísticas que ofrece el MoMo durante los últimos diez años se confirma una máxima que parece lógica: los años en los que más calor ha hecho son también en los que se han registrado más óbitos por esa causa. De hecho, con el de este año ya son tres los veranos consecutivos en los que la media de las temperaturas máximas supera los 30 grados y en este trienio se han registrado más de la mitad de las muertes por calor de la década: 122.
De esos años, el más trágico fue 2022. Cincuenta fallecimientos por calor en el año en el que la media de la temperaturas máximas resultó más elevada: 33,21 grados. ¿Qué pasó ese año? La respuesta es clara: aquel mes de julio fue el más cálido de toda la serie, con 34 grados de media en lo que las temperaturas máximas se refiere. Y como consecuencia de ese incremento térmico, las muertes también se dispararon, llegando a 31 en solo un mes. Récord de calor y récord de decesos.
La correlacción entre ambos registros se ha extendido durante prácticamente toda la década, aunque este año ha cambiado un poco la tendencia. No en vano, en el verano de 2024 las máximas han resultado algo más altas que en 2023(se ha pasado de 30,74 grados a 31,17) y pese a eso, los óbitos por altas temperaturas han bajado un poco: de los 38 del pasado periodo anterior a los 34 de este.
Agosto, por su parte, ha terminado con 22 defunciones provocadas por el calor en La Rioja, cifra superior, por ejemplo, a la registrada en comunidades como Baleares (19 fallecimientos en el último mes) y mucho más elevada de las referidas por regiones como Cantabria (cinco muertes), Murcia (dos) o Canarias y Ceuta (una). Los datos más trágicos, por su parte, se han observado en Cataluña y Madrid, con 274 y 251 defunciones, respectivamente, a causa de las altas temperaturas del octavo mes del año.
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