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Entre la marejada que mueve estos días al sector turístico por el nuevo registro de viajeros, se acerca el puente de la Constitución y ... la Inmaculada, una de las fechas marcadas en rojo en el calendario de hoteles, alojamientos rurales, apartamentos o viviendas de uso turístico. Rojo por la importancia y rojo del color de 'no disponible'. Y es que la alta demanda convierte en una misión enormemente compleja encontrar a estas alturas de semana alojamiento disponible en la región. El sector espera para los días centrales –viernes y sábado– del puente una ocupación cercana al 90%, unos buenos datos que seguirían impulsando un 2024 que apunta a récord de visitantes en la región.
En este año, de bonanza para el sector turístico, el calendario ha acompañado con un puente corto o fin de semana largo, como algunos lo definen, que beneficia a La Rioja como destino frente a otros años en los que los festivos estaban más separados de sábado y domingo. «Somos una comunidad a la que viene más gente cercana, un turista nacional y familiar. Puentes con días concentrados favorecen el turismo de interior y visitar regiones como La Rioja», señala Daniel Muela, vicepresidente de la Asociación Riojana de Hoteles y director del hotel F&G Logroño. Viernes y sábado se llevan la mayor concentración, «cercana al 90%», detalla Muela, si bien tanto el jueves de previa como el domingo, festivo en algunas autonomías, estarán entre el 60 o 70%, que no es lo habitual».
Desde hace meses, incluso antes de verano, se han movido sin pausa las reservas en los alojamientos turísticos de la región, que en gran medida cuelgan el cartel de 'completo'. «Esperamos llegar al cien por cien en todos los días. Es un puente en el que se suele trabajar muy bien, de dos o tres noches y con reservas realizadas con antelación», explica Javier Rodríguez, gerente del Hotel Plaza de la Paz de Haro, uno de los principales centros de atracción turística de la región. Desde otro de ellos, Ezcaray, Angelines Masip, del Hotel Casa Masip, anuncia que «se espera un puente animadísimo, a mucha gente le gusta venir a destinos rurales donde comer bien, no tener la necesidad de coger el coche, disfrutar de la naturaleza...». Por su parte, no tienen habitaciones disponibles para las noches del viernes y el sábado «desde hace tiempo». Las reservas en su restaurante homónimo se encuentran en la misma línea. Tampoco será fácil encontrar mesa.
Daniel Muela
Asoc. Riojana de Hoteles y F&G
Angelines Masip
Hotel Casa Masip (Ezcaray)
Javier Rodríguez
Hotel Plaza de la Paz (Haro)
José Joaquín Sanz
Asoc. Casas Rurales
Precisamente, los alojamientos rurales que reparten el turismo por todos los puntos de la comunidad también cumplirán con las expectativas de esta señalada fecha. «Alcanzaremos el 85% o 90% de ocupación en las casas que se reservan al completo, mientras que en aquellas que funcionan por habitaciones es por el momento algo más baja, hay muchas parejas o familias que deciden prácticamente en el último momento y se organizan con más rapidez que los grupos grandes que reservan con tiempo», comenta José Joaquín Sanz, presidente de la Asociación de Casas Rurales de La Rioja (AscaRioja).
Desde otro ámbito, Susana Díaz, presidenta de la Asociación Riojana de Viviendas y Apartamentos de Uso Turístico (Arvutur), indica que «estamos todos completos, algún propietario está preguntando en el chat común si alguien tiene sitio para unos clientes interesados pero todos están llenos. Quien espere a última hora lo tendrá difícil, seguramente no encontrará nada disponible».
El puente parece apuntalar los buenos datos de un 2024 encaminado a marcar la mayor cifra histórica de turistas. Hasta octubre habían visitado La Rioja 736.589 viajeros, superando por el momento el anterior récord, de 2017. La ocupación hotelera es la que está impulsando este dato en mayor medida, ya que otros establecimientos como campings, turismo rural o apartamentos están lejos de sus mejores números. Y pese a que nos visita más gente que nunca, el pasado año la región registró más pernoctaciones.
«Esta siendo un año bastante bueno, con un noviembre mejor de lo esperado», explica Javier Rodríguez, del Hotel Plaza de la Paz de Haro, que señala desde el pulmón enoturístico de la región que el 'efecto vendimia' se ha prolongado este otoño y puede impulsar aún más los datos anuales. Por su parte, Daniel Muela (Asociación de Hoteles y F&G) valora 2024 como «bueno, parecido al año pasado, si bien en verano, en ciertos sitios, ha sido un pelín peor». Susana Díaz (Arvutur) también estima que «aunque julio y agosto fueron un poco despacito, al final se ha movido todo bastante bien», añadiendo que «mayoritariamente es un turismo muy de fin de semana».
Desde AscaRioja, Jose Joaquín Sanz habla en similares términos de los meses estivales, si bien añade que «septiembre y octubre fueron meses muy buenos» y espera a la campaña de Navidad: «Pasar esas fechas en una casa rural ya ha dejado de ser una moda, se ha convertido en una tradición, existe un huésped muy fiel». Pasada una semana que se afronta con optimismo, a 2024 todavía le queda algo de cuerda.
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