Alivio de donaciones de sangre en La Rioja

«Ya no estamos en alerta roja, pero el semáforo sigue estando naranja y hay que conseguir que se ponga en verde. Para ello las donaciones se tienen que prolongar todavía unos días más», señala, si bien asegura que el servicio a todos los centros hospitalarios ha estado garantizado en todo momento y que no ha habido que suspender ninguna intervención de urgencia o quirúrgica por falta de sangre. «Nos hemos adelantado a que esto suceda y seguimos vigilantes todos los días antes de que se produzca la amenaza real», avanza.

En estos momentos se necesita sangre de todos los grupos, sin excepción. En el caso de las reservas de A-, que históricamente en La Rioja ha sido la más deficitaria, «se han conseguido duplicar con las últimas donaciones, pero siguen siendo bastante escasas». Por ello, desde el Banco de Sangre se sigue animando a acercarse a la unidad móvil, que realiza salidas diarias a lo largo del año por toda La Rioja, y al centro del transfusión situado en el San Pedro (junto al edificio circular), que cuenta con un horario de 8 a 20 horas, de lunes a viernes, y de 9 a 14 horas los sábados.

Donar sigue siendo necesario porque, como recalca Carlos Sola, la vida útil de los componentes sanguíneos es muy limitada y «hay que recordar que la sangre no se fabrica y que es un producto que, si no fuera por los donantes, no la tendríamos».

El Banco de Sangre decidió realizar la semana pasada un llamamiento ante el drástico descenso en las últimas semanas de las donaciones como consecuencia de la alta incidencia de la pandemia. «Hay muchísima gente que no puede donar porque ha dado positivo o ha estado en contacto estrecho». A esto, el responsable suma el efecto de la Navidad, fechas en las que la respuesta siempre es menor. «Lo más urgente es conseguir que la población se dé cuenta de los importante que son las donaciones y lo ideal sería que estas se mantuvieran a un ritmo constante todo el año».

La semana pasada hubo filas para donar sangre en República Argentina, 50, donde la unidad móvil permaneció toda la mañana del viernes. Esperando su turno, muchas personas que donaban por primera vez. «No lo había hecho nunca y eso que soy sanitaria», señalaba Carmen Galán, de 64 años. «Leí la noticia y me llamó la atención, hasta ahora era donante de todo menos de sangre, pero si siguen las necesidades, repetiré». También acudía por primera vez Consuelo Aguinaco, a la que se hermana le había mandado por whatsapp la noticia publicada por Diario LA RIOJA. «Me dije ¿porqué no?, estoy bien de salud y pensé que era una manera de poner mi granito de arena, solo esperé a que pasaran unos días porque me acaban de vacunar». Celia Fernández, de al solo 19 años, también acudió: «Mi madre es donante y he querido seguir su ejemplo».