Cuando en 2016 a Angélica Torices le concedieron la beca talento del Gobierno de La Rioja, dejó el campus de Alberta, en Canadá, ... en el que trabajaba como investigadora, para incorporarse como paleontóloga, a 7.600 kilómetros de distancia, al frente de la Cátedra de Paleontología en el departamento de Ciencias Humanas de la Universidad de La Rioja (UR), y en los últimos meses, como coordinadora del comité científico del proyecto de candidatura a Geoparque de las huellas de dinosaurio de La Rioja.
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Cinco años después y a punto de terminar su contrato postdoctoral el próximo 4 de julio, la propia Torices asegura que «solo tiene la carta de cese en la mano», pese al compromiso que sostiene que adquirió con ella el equipo rectoral de entonces de estabilizar su puesto antes de que concluyeran sus cinco años de una beca que premia la excelencia.
La falta de noticias sobre la continuidad o no de la paleontóloga sorprenden e inquietan en su propio departamento y entre los municipios para los que la declaración de Geoparque supondría un gran espaldarazo económico. Tal es así que el pasado martes, a última hora de tarde-noche, los alcaldes de Enciso, Aguilar, Igea, Munilla, Cornago y Arnedillo remitieron una carta al rector de la UR para que se replantee el adiós a la investigadora.
Angélica Torices | Cátedra Paleontología UR
Ricardo Ochoa | Alcalde de Enciso
Pepa Castillo | Dtra. Dept. Ciencias Humanas UR
Torices es el 'alma mater' de la candidatura riojana a Geoparque. «El proyecto que se ha presentado, el científico y de protocolos de restauración, es la tesis de mi doctorando en la universidad. Todo el peso científico es mi trabajo y el problema es que mi contrato acaba el 4 de julio y no sale la plaza», explica la propia investigadora. En el campus alegan que le falta docencia, pero ella asegura que la solicitaba y se la han denegado «por activo y por pasivo». Además, señala, la Ley de Orgánica de Universidad, «permite tener una plaza prioritariamente de investigación».
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Confiesa preocupación por ella misma y por sus cuatro doctorandos. A ello se suma que, en teoría, cree que no podría figurar como personal en el proyecto de Geoparque. De hecho, desaparecería la Cátedra de Paleontología, que va de la mano con el Gobierno de La Rioja en la presentación de la candidatura a la UNESCO, «porque no hay nadie más, a menos que tengan otro plan que no se me ha comunicado».
En la Universidad de La Rioja matizan que no es un cese, sino fin de contrato y aseguran que están interesados en mantener a Angélica Torices como investigadora del ámbito del Patrimonio Paleontológico. Con este fin ya estarían buscando la fórmula adecuada y la decisión, «con bastante probabilidad» se adoptará en el mes de julio, señalan.
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Ricardo Ochoa, alcalde de Enciso, defiende el trabajo de Torices, no solo como coordinadora del comité científico de la candidatura, también todo el que ha desarrollado a lo largo de estos años: conferencias, investigación... «En el Museo de Enciso nos ayuda en todo y si se va nos quedamos huérfanos». Sostiene que «es una persona válida que se lo ha currado, porque si ha tenido que venir los fines de semana, ha venido». Tras la jubilación de Félix Pérez Lorente, cuenta que estuvieron tres años «de abandono total; no se hizo nada» y cuando llegó la doctora «recuperó todo: la limpieza, los campamentos de verano...». Si se va «no estará cuando más lo necesitamos, porque será preciso contar con una asesora en el tema del Geoparque».
Pepa Castillo, directora del departamento de Ciencias Humanas de la UR, tampoco entiende que después de un año pidiendo la estabilización laboral de la investigadora, todavía no se haya hecho nada. Asegura que cuando hay una oferta de plazas, el 15% se reservan para estos investigadores «que son de talento y que además tienen una acreditación I3», que, para los profanos en la materia, es algo así como un hito al alcance de pocos que viene a certificar la madurez y calidad en la producción científica de un investigador. Y, por lo general, ese 15% de plazas se queda desierta «porque nunca hay nadie» y este año que sí «hay una plaza que se va a quedar desierta porque alegan que no tiene docencia». Algo que, según Castillo, no es cierto porque dirige cuatro tesis doctorales, pero aun si esto fuera así, sostiene que según la Ley Orgánica de Universidad «no es necesario que tenga docencia, puede ser investigación».
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En la UR precisan que estos contratos, «vinculados exclusivamente a la investigación, no tienen reflejo en la Relación de Puestos de Trabajo (RPT)».
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