Alba asegura que la Atención Primaria riojana debe reforzarse en la atención del VIH

Este proyecto estudia la tipología de recursos que se destinan a la atención de dicha enfermedad (como la tecnología) y, también, sus puntos fuertes y débiles, como el tiempo medio de espera desde que se obtiene un diagnóstico hasta que comienza su tratamiento.

Por su parte, el director de Asistencia Especializada y presidente de la Comisión Ciudadana Antisida, Javier Pinilla, ha indicado que entre las principales debilidades se resalta la necesidad de reforzar la atención a afectados por esta infección desde la Atención Primaria(AP).

En relación a la actual crisis sanitaria, Alba ha destacado que «en la actual pandemia de coronavirus, tenemos mucho que aprender de lo que se ha hecho en la lucha contra el VIH/sida». En este contexto, ha citado el valor de «una campaña de salud pública bien diseñada y la importancia de la localización y trazabilidad de contactos hasta la realización de pruebas amplias en personas apropiadas para permitir intervenciones a nivel individual y poblacional adecuadamente dirigidas».

También ha afirmado que «la lucha contra el VIH/sida nos han enseñado a no estigmatizar y nos ha demostrado que la inclusión, el respeto y la aceptación son fórmulas eficaces de prevención»; y ha añadido, «la creación de un plan único de respuesta de carácter global puede ser otro de los aprendizajes».

En esta línea, ha destacado el trabajo que se realiza para la elaboración del IV Plan de Salud, «donde vamos a abordar el diseño de medidas y acciones específicas dirigidas a la infección por VIH, poniendo especial atención en las enfermedades infecciosas con muerte prevenible».

En el informe, elaborado por un equipo multidisciplinar, también se apuesta por la incorporación de las tecnologías de la información y comunicación en el proceso asistencial de las personas con VIH, a fin de facilitar el diagnóstico precoz, disminuir las tasas de infección y mejorar la adherencia al tratamiento, entre otros beneficios.

Asimismo, se recomienda reforzar los programas de prevención, tanto en número como en frecuencia y presupuesto. Como claves para el éxito de los programas de prevención, los expertos destacan la importancia de incorporar la visión de las personas con VIH a través de las asociaciones de pacientes.

Así, el jefe del Departamento de Enfermedades Infecciosas del Servicio Riojano de Salud, José Antonio Oteo, ha indicado que, «a pesar de existir margen de mejora, la atención sanitaria del paciente infectado en Rioja es muy buena, gracias también a la colaboración de las ONG, con las que compartimos visión y misión y estamos bastante coordinados».

En La Rioja, si bien no se cuenta con una estimación oficial de la fracción de personas no diagnosticadas, los expertos señalan que podría situarse en torno al 15% (en España se aproxima al 18%).

El diagnóstico de la infección por VIH se hace mayoritariamente en los centros hospitalarios (53,6%) y el tiempo medio entre el primer diagnóstico y la derivación al especialista responsable del tratamiento oscila entre 1 y 7 días (en función del dispositivo en el que se produce dicho diagnóstico), según el informe.

El tiempo medio que transcurre entre el diagnóstico hasta el inicio del tratamiento antirretroviral (TAR) es de un máximo de tres semanas y, actualmente reciben TAR un total de 660 pacientes.

«Sería recomendable seguir avanzando en la reducción de este tiempo medio como medida clave en el control de la infección por VIH», ha informado Oteo, quien ha incidido en que las visitas de seguimiento del paciente con VIH se realizan de manera adecuada.

En cualquier caso, en el informe, ha dicho, se subraya que las personas con VIH necesitan un seguimiento médico de por vida, por lo que también ha calificado de «imprescindible garantizar una buena comunicación y coordinación entre Atención Primaria y Hospitalizada a lo largo de la fase de seguimiento».

Sobre los recursos existentes en cada una de las fases de la enfermedad, los expertos consideran que el grado de conocimiento en general es elevado y la valoración de los recursos disponibles es buena o muy buena en el diagnóstico, tratamiento y seguimiento aunque hay margen de mejora en cuanto a la prevención.