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Según sostienen desde el Colegio Oficial de Administradores de Fincas de La Rioja, el 60% del presupuesto anual de las comunidades de vecinos con calefacción central se lo lleva el sistema de climatización de las viviendas. A expensas de las ofertas de renovación de ... los contratos de suministro de gas (suele ser anual), ¿cómo puede hacer frente una comunidad al espectacular repunte del precio del gas? ¿Cuáles son las soluciones para tratar de aminorar las facturas energéticas del próximo invierno? Mejorar los aislamientos, instalar contadores individuales en las comunidades con calefacción central sin discriminación por vivienda o regular correctamente los termostatos son algunas de las recomendaciones de los expertos.
Caldera
Es recomendable evaluar el estado en que se encuentra la caldera de gas comunitaria. En función de su edad o de las incidencias que suela tener, puede ser aconsejable plantearse su renovación y sustitución por una más eficiente. «Los equipos actuales respecto a los instaladas hace unos 20 años consumen en torno al 25% menos», explica Javier Izquierdo, de Adser Fincas. Algunas comunidades apostaron por instalar calderas de pellet, cuyo precio también ha registrado en el último año un importante repunte dado el aumento de los costes de producción.
Contadores individuales
El Consejo de Ministros aprobó en el año 2020 un real decreto por el que se reguló la instalación de contadores individuales en los edificios con sistemas de calefacción central, norma que, en todo caso, establece excepciones para determinados casos (inviabilidad técnica o económica). La instalación de los contadores individuales permiten controlar el gasto y la temperatura en cada vivienda, lo que repercutirá en la factura final. El ahorro final, sostienen diferentes estudios, puede oscilar entre el 20 y el 40%.
Aislamiento
Es uno de los factores que mayor ahorro puede generar, especialmente en aquellas viviendas que tienen más de 10 años de antigüedad. La envolvente térmica es la totalidad de cerramientos (fachadas, tejados, suelos y aislamientos) que aíslan los espacios habitables del exterior y un aislamiento del edificio incorrecto puede incrementar la factura entre un 50 y un 70%. Entre las soluciones que se pueden adoptar está la instalación de paneles aislantes (celulosa, corcho, lana de vidrio o roca, poliuretano y poliestireno) en paredes, techos y suelos; las sustitución de ventanas o la colocación de burletes para mejorar su aislamiento; el uso de las persianas (bajadas ayudan a conservar el calor); o cortinas térmicas (habituales en viviendas sin persianas), entre otras alternativas.
Mantenimiento
En el caso de la calefacción, la temperatura tendría que oscilar entre los 19 y los 21ºC (16 y 18 para dormir). Se estima que por cada grado más de calefacción el consumo energético repunta un 7%. Es aconsejable purgar los radiadores periódicamente, ya que el aire acumulado dificulta la transmisión del calor al exterior. Además, durante el invierno, para airear los espacios de la vivienda, es suficiente con abrir puertas o ventanas unos 10 minutos.
Alternativas
Desde el Colegio de Administradores de Fincas apuntan que uno de los sistemas que más aceptación tienen en la actualidad es la aerotermia que permite, mediante el intercambio de calor, obtener energía del aire para convertirla en calefacción, refrigeración o agua caliente mediante un solo equipo. La inversión inicial es elevada, pero permite ahorrar hasta un 25% en la factura de gas natural o hasta un 50% en el caso de los sistemas de gasoil.
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