El primer intento de unidad entre OPA y 'chalecos' acaba como el rosario de la aurora

Los 'chalecos' convocaron de forma urgente a la prensa a última hora del jueves y previamente lo habían hecho a las organizaciones agrarias. Sin embargo, a primera hora de la tarde no iba a acudir ninguno de los tres sindicatos. Avanzado ya el jueves, ARAG-Asaja decide ir, mientras que la UAGR daba por hecho que no lo haría. UPA, tras conocer a última hora que asistiría Asaja, acude también, con lo que este viernes por la mañana, pese a que había afiliados suyos entre los 'chalecos', la UAGR no estaba y el documento no podía ratificarse por todas las partes.

Pero aún hubo más desencuentros. ARAG-Asaja, que en la redacción del preacuerdo ya advirtió de que la reclamación al Consejo Regulador para que las próximas elecciones el voto delegado de los viticultores fuera secreto, no podía asumirla sin consultar a sus bases, decidió excluirla directamente del documento que se proponía para firmar. «Este punto no aporta nada en la recuperación de la rentabilidad para los viticultores y tampoco cuenta con el apoyo de los socios a los que hemos consultado en las reuniones mantenidas las pasadas semanas», justifica el sindicato.

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El caso es que, al suprimir ARAG-Asaja ese punto unilateralmente, UPA, para la que el voto secreto es una demanda histórica, se negó a firmar el resto de puntos que afectan al sector vitivinícola. «Lo cierto es que todo ha sido un poco surrealista», reconoce Néstor Alcolea, secretario de Organización de UPA, «pero, evidentemente, nosotros no podemos admitir que se elimine un punto a conveniencia, así que hemos decidido firmar únicamente la parte que no afecta al vino». En este sentido, Alcolea niega el argumento de ARAG-Asaja de que el voto secreto no afecta a la rentabilidad de los viticultores: «Sí lo hacen todas las decisiones que se toman en la mesa del Consejo y el hecho de que el voto no sea secreto distorsiona la representatividad de las rama productora y, por tanto, la toma de acuerdos».

Así las cosas, lo que este viernes se firmó es la parte más generalista de demandas del campo, pero todo lo referente al sector vitivinícola, incluida la eliminación del vino de mesa o el estudio de arranques de viñedo, sigue sin ratificarse. Tampoco está la rúbrica, en este caso en ninguna parte del texto, de la UAGR y así lo explica Óscar Salazar, presidente del sindicato: «El jueves, el presidente de ARAG-Asaja, Eduardo Pérez, me dijo por teléfono que no iban a asistir a la reunión y, ahora pueden decir lo que quieran, pero nos sentimos engañados». ARAG-Asaja sostiene sin embargo que sí informó a algún miembro de la UAGR de que al final asistiría porque así se lo habían pedido las bases.

Por su parte, María Gutiérrez, portavoz de los 'chalecos amarillos', señaló que «por un lado estamos contentos porque se ha firmado parte del documento que impulsamos con nuestras movilizaciones, pero, por otro, decepcionados, así que vamos a ver si conseguimos suscribir cuanto antes el acuerdo completo».