Terrazas en la plaza de la Verdura, en una localidad que se encuentra estos días llena de visitantes. ALBO

Entre el agradecimiento y la rabia en Ezcaray

La villa vive con preocupación el fuego, que reparte por las calles sentimientos muy contrapuestos, más entre los residentes

Javier Albo

Santo Domingo

Lunes, 23 de agosto 2021, 02:00

Huele a humo en Ezcaray. Lamentablemente, no procede de los fogones de alguno de sus muchos afamados restaurantes, sino que procede de unos seis kilómetros más allá, de ese entorno natural que es uno de los grandes atractivos de la villa, en este caso ... entre Azárrulla y Posadas. El sonido de los helicópteros solapa las conversaciones en las terrazas de una localidad que también está al rojo vivo, pero de ambiente.

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Nadie era ajeno a lo que ocurría. Duele a todos. Así las cosas, el municipio turístico arde, también, en sentimientos: de gratitud, como esos aplausos que la gente tributó el sábado en las calles al paso de los efectivos antiincendios; y de rabia, aliñada con calificativos en grado superlativo de sobra imaginables, que huelga trascribir, contra quien ha causado este gran tinglado.

«El ambiente es muy triste; se nota la desolación de todos los vecinos y visitantes. Contemplar como las llamas debastan nuestro privilegiado entorno, produce un dolor muy grande a todos los que amamos Ezcaray», indica el concejal de Medio Ambiente, Jorge Lladó, al hablar de la «gran herida» que el incendio deja, muy cerca del barranco de Usaya, que alberga una de las rutas más bonitas de La Rioja: 'Los siete puentes'. «No tenemos palabras para transmitir el agradecimiento de todo el pueblo de Ezcaray hacia los que están colaborando en la extinción de este incendio», subraya Lladó, que confía en que «nunca se vuelva a repetir una desgracia así».

A Francis Paniego le produce «mucha tristeza ver arder la naturaleza, cuando habitualmente te gusta disfrutarla y es tu lugar de esparcimiento». La intencionalidad del incendio le causa «mucha indignación e incomprensión. No se entiende que alguien sea capaz de quemar su pueblo, su entorno». Y dice confiar en que todo esto genere más concienciación. «Yo salgo mucho y es común encontrarte cosas que no te gusta ver. Si para algo tienen que servir los incendios es para darte cuenta de lo frágil que es la naturaleza», dice.

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Marco Valgañón está muy en contacto con ella. El coorganizador la Ultra Trail Picos de la Demanda califica de «catástrofe y vergüenza» lo ocurrido. «Se te queda muy mal cuerpo y lo que me gustaría es estar ayudando en la zona afectada, por la que pasa muy cerquita nuestra carrera». «A ver si lo cogen de una vez», desea.

«Hay que ayudar»

Los helicópteros han recogido agua estos días de las piscinas municipales de Ezcaray. Elena Ciama gestiona el restaurante y, pese a los trastornos y pérdidas que desalojar las instalaciones dos días le ha supuesto, entiende que tiene que ser así. No solo eso, está ayudando en lo que puede. «He donado a Cruz Roja todo lo que necesite para el personal que trabaja en la extinción: agua, refrescos, comida...», dice. «Nos ha hecho daño, pero es una causa de fuerza mayor y hay que ayudar. Tenemos seguro, pero si hay que perder dinero no me importa, porque hay que hacerlo».

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Jose Mari Pérez, de Madrid, está pasando unos días en la villa. «Da igual de donde seas; ver estas cosas siempre produce mucha tristeza y más a los que amamos la montaña y nos gusta andar por ella», dice. «Si ha sido provocado, no se entiende. Que lo cojan y lo pague bien», dice.

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