«En África cada día es un reto, como conseguir gasolina, comer, dormir...»

– ¿Cuál es el nuevo reto?

– En África, sobre todo de Senegal hacia abajo, cada día es un reto, como conseguir gasolina, comer, dormir, que la moto no se averíe... y la seguridad personal. Aunque África es muy distinto a la imagen que tenemos, la gente es muy amable, educada y alegre. Sí que en países como Nigeria vas más incómodo por la presión de los controles pero es una maravilla.

– ¿Y por qué desde El Congo?

– Hace dos años y medio tuve que abandonar el reto de atravesar África porque mi pareja tenía un tumor y debía ser operada. Si me enteré un martes, el jueves ya estaba con ella. Tuve que dejar la moto en Brazzaville (El Congo). Después, con el COVID-19, cerraron fronteras y no pude volver. En cuanto las abrieron he continuado el viaje. Estoy bajando por la costa Oeste y quiero regresar por la Este y, de Sudán, a Jordania, Iraq... En Navidad quiero volver a España y regresar en enero con mi novia para continuar.

– ¿Y no es peligroso?

– Todo viaje, y más en solitario y en moto, tiene su peligro, no solo por África. Hay que tener un mínimo cuidado, como no conducir de noche, no irse de fiesta... Cosas normales para una persona prudente. Aquí he venido a conocer países, culturas, gente... y disfrutar de los paisajes. De día, la gente te ofrece ayuda sin pedirla. En ningún momento he sentido ni he estado en peligro.

– Países en guerra sí hay...

– Los evito, como Camerún, Mali, Nigeria... Sobre todo son problemáticos por el terrorismo. No arriesgo si no es inevitable.

– ¿Ni un animal salvaje se ha cruzado en su camino?

– No muchos. Alguno por la carretera, pero no es un safari.

– Gasolineras tampoco habrá muchas a elegir, ¿no?

– No voy totalmente a la aventura sino sabiendo lo que me voy a encontrar. Hay rutas en que no hay gasolina, como en Mauritania, así que tienes que llevar un depósito extra, pero a un máximo de 100 Km/h estiro el combustible hasta los 600 kilómetros. El problema es lo mala que es la gasolina. Muchas veces la moto se resiente. Pero está barata, a menos de 1 euros el litro.

– ¿Hace algo de turismo?

– Menos del que me gustaría, porque no quiero que se haga eterna la vuelta a África. Me va a costar siete meses y con turismo serían tres años. Lo que más me ha impresionado son las playas de Costa de Marfil, el vudú de Benín... Aquí no hay grandes catedrales o museos, la cultura está en la calle, como los bailes tribales.