La falta de perfiles tecnológicos se ha convertido en uno de los grandes problemas para las 105 firmas asociadas a Aertic, la agrupación empresarial que reúne a las compañías digitales de La Rioja. Y las soluciones no llegan, lo que supone una preocupación extraordinaria para ... una economía en la que las oportunidades no esperan y la celeridad en dar respuestas resulta clave.
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«Si atendemos a los datos, es evidente que existe un desfase entre las vocaciones por estudiar Formación Profesional en grados relacionados con la tecnología y las plazas que se están ofertando. Lo mismo ocurre históricamente con otros estudios relacionados con este ámbito como es el Grado en Informática impartido por la Universidad de La Rioja», explica Laura Urbieta, secretaria general de Aertic. En este sentido, recuerda que en este grado «el número de plazas se ha mantenido inmutable», lo que lleva a muchos jóvenes a «no poder cursar estos estudios por no haber suficientes plazas». Para el próximo curso, pone como ejemplo las 178 solicitudes presentadas para 50 plazas y recuerda que en menos de una década, el sistema universitario «ha dejado fuera a más de 34.000 jóvenes que solicitaron estudiar un Grado en Informática». «Estamos viendo que las vocaciones existen, pero la oferta formativa no está evolucionando acorde a la demanda», recalca.
Laura Urbieta
Secretaria general de AERTIC
Las empresas riojanas sufren esta carencia. «En la actualidad en La Rioja sigue habiendo un desajuste entre las ofertas de trabajo del sector y la demanda de empleo. A menudo nos encontramos con vacantes que son muy complicadas de cubrir, lo que se ha convertido en un problema crítico para las empresas, llegando en ocasiones a obstaculizar su crecimiento», indica. Para Urbieta, el déficit ha saltado ya del sector de las nuevas tecnologías a otros, ya que en buena parte de la economía «se están incorporando estos perfiles profesionales para avanzar en sus procesos de digitalización. Esta situación refleja la alta demanda de estos trabajadores especializados, imprescindibles en la transformación digital que las compañías están llevando a cabo».
Una de las soluciones pasa por «ampliar las plazas en los grados existentes», pero también se deben tomar otras decisiones. «Estamos en un sector en el que el cambio y la evolución están en nuestro ADN. La evolución constante en la tecnología y la explosión de tecnologías como la inteligencia artificial, el 'big data' o la ciberseguridad, por poner algunos ejemplos, no solo debe traer el surgimiento de nuevos grados, sino que también debería hacer evolucionar los actuales, adaptando el contenido de la oferta formativa a esta situación tan cambiante», resalta.
Aertic hace un balance «satisfactorio» de la Formación Profesional, como «una magnífica manera de acercar la formación a las necesidades de las empresas», aunque hay «algunas dificultades, como la de incorporar alumnos de primer curso de la FP Dual debido a su falta de madurez». «No obstante, aunque estamos en un momento de incertidumbre respecto al cambio normativo para el próximo curso en FP, confiamos en que el Gobierno considerará nuestras necesidades para acabar de perfilar este nuevo escenario», concluye Urbieta.
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