¿Por qué no le han buscado en vida? Donde están las monedas está él». Así respondió este lunes a las preguntas del fiscal O. P. R., el único acusado por el asesinato de Javier Ovejas el 29 de julio de 2021 en Entrena, ... cuyo cadáver continúa sin aparecer.
Publicidad
El procesado aseguró en la primera sesión de juicio que se sigue contra él en la Audiencia Provincial que «si no ha aparecido Javier ni las monedas, es que Javier está vivo». Precisamente, las monedas, que supuestamente la víctima había robado al procesado, habían motivado el asesinato, según el relato de la Fiscalía.
De acuerdo con la versión de O. P. R., en la tarde en la que ocurrieron los hechos contactó con Javier para que le devolviera parte de los 100 euros que le debía. Hacia las 21.00 horas se acercó a su casa en coche, abrió la puerta corredera que está a una distancia de unos 30 o 40 metros y le dijo que volvería en un rato. Dejó ahí el vehículo que comentó que se le había averiado y ya no regresó. Aunque no las vio, aseguró que ese día escuchó que junto a Javier iban otras dos o tres personas.
A partir de ahí, relató que la pareja de Javier contactó con él en varias ocasiones para preguntarle por el paradero de la víctima. Preguntado por la Fiscalía acerca de por qué no llamó directamente a Javier, afirmó que no lo hizo porque esperaba que volviera a recoger el vehículo. A la una de la mañana la novia le comentó que iba a acudir a la policía.
Al día siguiente, requerido por la Guardia Civil acudió al puesto de Navarrete. El 1 de agosto de 2021 fue a su casa la Guardia Civil y al día siguiente él llamó a un agente con el que 24 horas se habían intercambiado los teléfonos. El motivo de la llamada era para informarle de que iba a dejar una nota en la puerta del convento de las Clarisas en Entrena. Lo hizo «porque una serie de personas me estaban venga amenazar, me trataron de hijo de puta, no podía hacer vida porque en todo momento estaban ahí diciéndome de todo. Así que dejé esa carta, para contar todo esto». Precisamente, el agente con el que entabló aquella conversación, en declaraciones también ayer en la sala, aseguró que en el tono del acusado percibió «que iba a suicidarse», «estaba muy mal y llorando», pero «como que había hecho algo malo y no lo reconocía».
Publicidad
A preguntas de la defensa, el acusado continuó su declaración declarándose víctima «de un montaje que están haciendo, les está saliendo muy bien y el perjudicado soy yo». A su casa, detalló, habían entrado en otras ocasiones, incluso se habían dejado guantes y otros objetos.
En el momento del registro aparecieron ocho casquillos de tres armas diferentes que O. P. R. atribuyó a la víctima quien, según su versión, las habían disparado en alguna ocasión en su vivienda.
Respecto del tiempo transcurrido en el que presuntamente mató y ocultó el cuerpo, el imputado aseguró: «Para mí no está muerto, está con las monedas, en media hora una persona no mata a otra, no se deshace el cuerpo, es prácticamente imposible».
Publicidad
Un agente de la policía judicial de la Guardia Civil explicó que varios testigos, tras lo publicado sobre el caso, relataron que habían oído gritos en la trasera del patio de la casa del procesado. Precisamente allí se hallaron restos de sangre de Javier Ovejas y varios casquillos del calibre 22.
Fruto de la investigación, la Guardia Civil concluyó que el acusado, la noche en la que ocurrieron los hechos, salió con la furgoneta que tenía en la finca y estuvo ausente durante veinte minutos, tiempo, según la Guardia Civil, suficiente para ocultar el cuerpo, dado el conocimiento que el procesado tenía de la zona.
Publicidad
Tras aquello y para «fabricarse una coartada», añadió este agente, O. P. R. quitó la batería de la furgoneta. En este mismo vehículo también se encontraron partículas de sangre de Ovejas en la zona del conductor, en la de carga y en un inflador portátil. En el coche de la víctima hallaron una mochila con dos álbumes de monedas.
Esa misma noche, la del 29 de julio de 2021, se detectaron dos paréntesis 'en blanco' en el móvil por parte del acusado que atribuyen a los momentos en los que presuntamente asesinó a Javier Ovejas y otro posterior en el que creen que «empieza con la limpieza de todos los indicios que le pueden incriminar», detalló.
Publicidad
Días después, dos piezas del móvil de la víctima fueron halladas en una acequia. El dispositivo «había sido destrozado a conciencia», precisó. También el acusado, tras declarar ante la Guardia Civil cambió su teléfono, un smartphone por un modelo antiguo, con lo cual se perdieron todos los wasap y las localizaciones. Por último explicó que la hipótesis es que el acusado tenía previsto dónde ocultar el cuerpo.
Varios agentes de la Guardia Civil declararán hoy en la segunda sesión de juicio contra O. P. R. acusado del asesinato de Javier Ovejas y de tenencia ilícita de armas. Por ambos delitos se enfrenta a una petición de 23 años de cárcel por parte de la Fiscalía, mientras que las acusaciones particulares, que representan a la novia y a la familia de la víctima, piden 28 años. Para la defensa, que reclama la absolución, los hechos no son constitutivos de delito.
Los hechos, según el relato de la Fiscalía, se remontan al 29 de julio de 2021. Ese día el procesado, que estaba convencido de que sus amigos, Javier Ovejas y la pareja de este, le habían sustraído de su casa parte de su colección de monedas y billetes, convocó a la víctima para que fuera a su domicilio en Entrena y «así poder vengarse por ello». Una vez que llegó a su casa, entre las 21.30 y las 22.00 horas, el acusado, le disparó varias veces con un arma de fuego. Luego se deshizo del cuerpo de Javier y de los útiles e indicios del crimen en un lugar indeterminado.
¡Oferta 136 Aniversario!
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.