Francisco Ocón | Exsecretario general del PSOE en La Rioja

«De la actual dirección del PSOE puede salir un recambio, pero no una alternativa»

– ¿Le ha sorprendido la decisión de Andreu o, al menos, el momento de anunciarla?

– Sorprendido... hasta cierto punto. Esta decisión debería haber sido mucho más temprana. Se tendría que haber producido inmediatamente después de las pasadas elecciones autonómicas. Me ha sorprendido menos después de conocer los movimientos internos de este fin de semana, con alguna que otra dimisión previa. No sé si esto ha sido fruto de algo premeditado, de lo que alguien le ha indicado o un intento de responder a los movimientos internos. Si no recuerdo mal, la Ejecutiva regional va por cuatro dimisiones y la de Logroño, por siete. No podemos decir que haya habido estabilidad a lo largo de este año.

– ¿Ha faltado en el partido un análisis serio de por qué se perdieron las elecciones autonómicas?

– Hasta donde yo sé, ese análisis está pendiente. En los comités regionales a los que he asistido no se ha producido ningún análisis mínimamente serio por parte de la dirección del partido de la hecatombe que aquí se produjo. Y en las siguientes confrontaciones electorales, si algo se ha estabilizado han sido los malos resultados del PSOE en La Rioja y las diferencias que el PP nos ha sacado: doce puntos en las europeas. Si hay gente en este partido que se conforma con ser segundo..., yo ni lo era antes ni lo soy ahora. Si por algo trabajé es por ganar las elecciones.

– ¿El congreso para resolver la sucesión de Andreu debería ser ordinario, cuando toque, o extraordinario, cuanto antes?

– Yo soy de los que opinan que el congreso ya se tendría que haber producido. El congreso ordinario no sabemos cuándo sería, pero podría demorarse incluso más de un año. Y ese va ser un año en el que el partido no va a tener liderazgo, no habrá caras nuevas para encarnar un nuevo proyecto. Tenemos un doble problema: de la actual dirección puede salir un recambio, pero no una alternativa. Si algo nos costó caro a los miembros de la anterior dirección fue hablar con mucha claridad y advertir a quienes teníamos que advertir, y desde luego a la presidenta del gobierno, dónde podíamos terminar si seguíamos en la deriva en la que estábamos. No se nos hizo caso y las únicas personas que salieron de cualquier ámbito orgánico e institucional fuimos los que anunciamos lo que podía pasar.

– Tras su ruidosa ruptura con la entonces presidenta Andreu, ¿siente que los resultados electorales le han dado la razón?

– Lo que pasó en mayo ya se lo advertimos a la ejecutiva federal desde muchísimo tiempo antes. Los procesos políticos, salvo chispazos que a veces son difíciles de detectar, suelen ser de largo recorrido. El PSOE debe conocer cómo es sociológicamente esta comunidad. En 2019, nuestro partido entendió cómo es La Rioja y algunas cuestiones que había que hacer para poder ganar en esta tierra y formar gobierno. Evidentemente, otros factores también tuvieron influencia, pero ese trabajo se hizo bien. Después, sin embargo, no se ha hecho bien. Tengamos en cuenta que La Rioja ha sido la única comunidad gobernada por el Partido Socialista en la que que no solo el PSOE ha pasado a la oposición, sino que el PP ha pasado de la oposición a una mayoría absoluta. Lamento muchísimo que no se nos hiciera caso. Espero que la gente que se haga cargo del partido, más pronto que tarde, sea capaz de entender cómo es esta comunidad autónoma y volver a ganar la confianza mayoritaria de los riojanos. Si me dejan, ayudaré a que volvamos a hacerlo.

– ¿Se plantea incluso presentarse otra vez a la Secretaría General?

– Ahora no toca hablar de ese asunto. De todos modos, yo siempre he tomado decisiones compartidas con muchísima gente. Lo importante son los proyectos, no las personas, aunque es evidente que las caras son también necesarias para plasmar un proyecto. Yo ahora mismo no me planteo nada. Lo que sí tengo clarísimo es que en el próximo congreso estará presente todo ese espacio de personas a las que la dirección actual del PSOE decidió desde 2021 dejar fuera de todo el ámbito institucional y orgánico. Con toda seguridad.

– ¿Qué perfil debería tener el próximo secretario o secretaria general del PSOE para tratar de recuperar el gobierno?

– Tiene que tener la suficiente visión política y la suficiente sinceridad, que es lo que ha faltado en la actual dirección para explicar las cosas como son. No solo Andreu, toda la dirección es responsable de la derrota electoral. No he oído a nadie explicarnos qué nos ha pasado. Solo he oído las vaciedades de siempre, que si no nos hemos sabido explicar... El problema no es que no nos supiéramos explicar, sino que los ciudadanos nos entendieron muy bien. Por eso nos pusieron donde nos pusieron. Lo que necesitamos es gente que conozca esta tierra y que tenga vis política. Que sean capaces de entender las grandes líneas de fondo en un mundo cada vez mas líquido y más rápido. Veo imposible que alguien de los que han sido responsables de la situación actual sea una alternativa. Y el PSOE no se puede permitir 24 años de oposición como los que tuvimos entre 1995 y 2019. Espero que los compañeros y las compañeras, después de un análisis sosegado, piensen en lo que de verdad necesita esta tierra, en cómo es y en cómo se sienten ideológicamente sus ciudadanos.

–¿Y eso implicaría una cierta autonomía de criterio frente a Ferraz?

–Nosotros militamos en un partido y, cuando se toman decisiones consensuadas, se asumen. Otra cosa es que te parezcan bien o mal. Y por lo menos debe existir la libertad de poder decir si no estimas oportuno algo de lo que se está haciendo, sobre todo si afecta a tu comunidad autónoma. Yo creo que todas las direcciones del PSOE tienen esa independencia, otra cosa es que se atrevan a ejercerla. A los que se han atrevido no les ha ido mal.

–¿Teme que, si la sucesión de Andreu se gestiona mal, el partido pueda incluso estallar?

– No. El compromiso de los militantes con el partido es muy importante. Pero a mí me parece una irresponsabilidad no convocar ya un congreso extraordinario y darle al PP un año más para que estabilice su gobierno y a nosotros un año menos para que un equipo nuevo de gente se haga cargo de la situación e intente insuflar lo que ahora mismo no tiene el parido: ilusión, actividad y un nuevo proyecto. Eso exige una alternativa, no un simple recambio. Las mismas personas es difícil que hagan cosas diferentes.