Un acceso a la estación «sembrado de basura»

Abrimos la sección con una llamada de agradecimiento que nos llega en estos términos. «Quiero agradecer a una cuadrilla de chavales que el pasado viernes, 11 de octubre, me ayudaron a buscar a mi gatita Scuby de cinco semanas por la plaza Luis de Góngora, en el barrio de Cascajos. Cuando el grupo me vio en el parque buscando al animal con la linterna, inmediatamente todos ellos, unos 15 o 20 chicos, se pusieron manos a la obra. Decirles a los padres de estos chicos que los están educando en buenos valores, y a ellos, que mil gracias por interesarse tanto en ayudar a los demás». Y concluye con la siguiente posdata: «La gatita está perfectamente».

Desde Alesanco nos llama una vecina para felicitar a la Guardia Civil de la localidad porque «nos ha ofrecido una misa muy bonita» con motivo de la celebración, el pasado sábado, de la Virgen del Pilar y Día de la Hispanidad. «Luego han ofrecido un aperitivo en el cuartel y ha estado fenomenal», explica agradecida.

Menos amable es la llamada de una vecino de Huércanos, registrada a las tres de la madrugada del domingo. Nos invita a escuchar, a través del teléfono, el sonido de la orquesta que en esos momentos actuaba en la localidad. «Estoy desesperado –dice–, no sé a quién se le ha ocurrido traer una orquesta como esta, con un ruido ensordecedor que hace temblar los cristales y las puertas de mi casa. Son las tres de la madrugada y aquí no hay quien duerma porque han traído una máquina de hacer ruido en lugar de una orquesta».

«El sábado fui a la estación de autobuses de Logroño a recoger a unos familiares y pasé vergüenza al ver el estado en el que se encuentra el recibidor de la estación», inicia su llamada una ciudadana. «Es impresentable el estado de suciedad del pavimento, que no se limpia con la lluvia porque el acceso está cubierto, lo cual debe tenerse en cuenta a la hora de hacer un mantenimiento del edificio. El suelo está lleno de suciedad y con una alfombra de colillas de cigarros; y las papeleras rebosan de porquería, que también se esparce por el suelo». Y hasta tal punto le avergonzó la situación ante sus familiares, que se planteó acceder a la estación por la puerta de entrada o de salida de los autobuses «para evitar el bochorno de que vieran eso». Ayer regresó al mismo lugar para despedir a sus familiares y la basura seguía ahí.

Hace unos días el alcalde Conrado Escobar anunciaba que el Ayuntamiento de Logroño trabaja en «un nuevo espacio musical y cultural de primer nivel» para la ciudad. Según la lectora con la que cerramos la sección, «eso no es algo prioritario, creo que tendrían que acometerse otras obras más necesarias porque Logroño tiene muchas salas en ese sentido, desde Riojafórum al Auditorio municipal o el Centro de la Cultura del Rioja. Creo que los políticos no pisan tierra», concluye en su llamada.

«Es una pena tener en el parque del Carmen la zona de columpios más lamentable de la ciudad, en calidad y número, pero con una afluencia masiva y habitual de niños», lamenta un lector. Añade que, «para colmo, sin que haya nada que proteja de las miles de palomas que 'bombardean' el lugar, haciendo que los niños jueguen en un entorno lleno de excrementos».

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