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Abril no trajo aguas mil, pero sí supuso el fin de una época, la de las mascarillas en interiores. Ya no eran necesarias para entrar en comercios, en supermercados... pero sobre todo no eran obligatorias para entrar en bares, el epicentro de los 'ratos' con amigos de los que la pandemia nos privó.
Destapamos nuestras caras en un gesto preñado de simbolismo. El virus seguía y sigue ahí. Como en alegórico se quedó el enésimo capítulo protagonizado por la consejera Raquel Romero en abril. Se desprendía de la mascarilla, pero también se le caía la máscara a la más cara. En marzo, su propio partido, el que después de una carambola le llevó de la mano de Andreu a formar parte de su gabinete, la expulsó por la puerta de atrás por el impago de las cuotas exigidas por el código ético de Podemos. Un asunto demasiado feo para una consejera que comenzaba a amasar una pequeña fortuna en pago por su voto. En abril, IU, con el apoyo del PP, consiguió expulsar a la exmorada del Grupo Mixto en el Parlamento. Romero pasó a ser diputada no adscrita. El culebrón parecía llegar a su fin y como en el libro profético del Apocalipsis 1:3 «el tiempo de su cumplimiento estaba cerca». Se empezaba a oír el repiqueteo de las campanas tocando a muerto para la deIgualdad. No fue así. La consejera sobrevivió y a día de hoy sigue siendo el bote salvavidas más caro de la historia del Ejecutivo de Andreu. La historia, como ya saben, continúa.
En las antípodas ideológicas, otra mujer ganaba enteros. Era Cuca Gamarra, la exalcaldesa de Logroño. Alberto Núñez Feijóo, recién llegado a Génova desde Galicia, tras el turbio asunto que enfrentó a Pablo Casado con Isabel Díaz Ayuso y que dejó el partido hecho unos zorros, depositaba su confianza en ella y, en plena ola por el efecto Feijóo, la nombraba secretaria general de los populares. Fue su urbi et orbi.
El 20 de abril fue el fin de las mascarillas en interiores. Desde esa fecha solo son obligatorias en centros sanitarios y en el transporte público. FOTO: Justo Rodríguez
Tras dos años de pandemia, Mercafórum regresó a las calles de Calahorra. Más de 300 personas protagonizaron el desfile inaugural. Durante dos días la ciudad recordó su pasado como parte de uno de los imperios más grandes de la humanidad, hace 2.000 años. FOTO: S.S.J.
Albert Aguilá, entrenador del filial blanquirrojo, toma el relevo de Mere Hermoso en el primer equipo el 3 de abril. El técnico ilerdense logró reconducir el rumbo y clasificar al club para jugar el 'play off' de ascenso a Segunda, en Galicia. FOTO: Fernando Díaz
La consejera Raquel Romero se quedó en abril sin sus asesores y sin su despacho en el Parlamento de La Rioja después de que IU y PP acordaran su expulsión del Grupo Mixto y pasara a la condición de diputada no adscrita. Un mes antes, Podemos la echó del partido por el impago de las cuotas exigidas por la formación morada. FOTO: Juan Marín
También en abril el recién entronizado Alberto Núñez Feijóo nombró a Cuca Gamarra secretaria general del PP. La número dos del partido, exalcaldesa de Logroño, sobrevivió a la contienda que libraron Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso. Gamarra era, además, la voz de los populares en el Congreso. FOTO: Cristina Quicler/AFP
Después de muchos años, treinta y tres, en Tercera División, el Arnedo logra el ascenso a Segunda Federación. Un año, el 2022, histórico porque en Copa del Rey llegó a medirse a Osasuna en Sendero, recordando sus mejores tiempos futbolísticos. FOTO: Valvanera Sanz
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