Los abogados exigen que las suspensiones de juicio se comuniquen con 24 horas de antelación

El colectivo de los abogado muestra su «sorpresa y preocupación por la ausencia de avances en la negociación entre los Letrados de la Administración de Justicia (LAJ) y el Ministerio de Justicia». Las movilizaciones, según el Colegio, «está afectando de forma gravísima a la Administración de Justicia, al derecho de tutela judicial efectiva de los ciudadanos, y a la actividad profesional del resto de operadores jurídicos, entre ellos los profesionales de la Abogacía Riojana, que de forma injusta están sufriendo efectos gravísimos por esta situación de conflicto».

«A pesar de la indignación que produce esta ausencia total de avances, la Abogacía Riojana sigue manifestando su respeto por el derecho de huelga de cualquier colectivo que lo tenga legalmente reconocido, en este caso el de los LAJ. Pero este respeto no es incompatible con la exigencia de que las partes en conflicto adopten todas las medidas a su alcance para lograr una solución inmediata. Ante la evidente falta de capacidad de los negociadores de ambas partes para lograr avances, es momento ya de exigir que se acuda a medidos alternativos de resolución de disputas, como la mediación o el arbitraje, habituales en este tipo de conflictos, y a los que incomprensiblemente las partes parecen haber renunciado», incide la nota.

Los abogados ven «inaceptable que la suspensión de vistas y otros actos procesales no se comunique a los profesionales y ciudadanos con la máxima antelación posible respecto al señalamiento». Además del aviso de 24 horas para cualquier suspensión, también piden «respecto de aquellas actuaciones que afecten a profesionales o ciudadanos que tengan que desplazarse desde fuera de las sedes judiciales, o que estén en especiales situaciones de vulnerabilidad, la suspensión se comunique con la antelación necesaria para evitar esos desplazamientos».

Finalmente, la Abogacía Riojana considera imprescindible que se empiece a trabajar desde ya en un plan de contingencia que esté en disposición de aplicarse en el momento inmediatamente posterior al cese de la huelga, que incluya medidas efectivas como el escalonamiento en las notificaciones o el reforzamiento de la agenda de señalamientos, huyendo de medidas tan efectistas como inútiles en el pasado, tales como la habilitación de períodos inhábiles.