'Mapa del infierno', obra de Botticelli, propiedad de la Galería de los Uffizi.

Abandonad toda esperanza

Línea de puntos ·

«El infierno son los otros», JEAN PAUL SARTRE

Jorge Alacid

Logroño

Domingo, 7 de julio 2019, 09:24

El lunes, mientras el nuevo equipo del Gobierno logroñés empezó a comprobar la distancia que separa a las musas del teatro, sobre todo si se prescinde de la memoria municipal y se otorga toda capacidad de decisión a quienes acaban de aterrizar, acudió en su ... auxilio el de siempre: el Partido Popular. Que sigue deshecho y desorientado. No hacía falta el escrito del histórico Orencio Cuartero, voz autorizada como pocas, para confirmar la pérdida del sentido de la realidad que distingue a su dirección: la estrategia que ese día anunció su líder en el Ayuntamiento de Logroño sirve para corroborar la idea del PP riojano como un boxeador sonado, medio grogui. Y para concluir que el flamante alcalde no tiene la exclusiva del despiste.

Publicidad

Primer círculo. Las noticias que emanan del Grupo Popular en el Ayuntamiento ayudan a confirmar que su particular descenso a los infiernos parece imparable. Su portavoz en el salón de plenos lo será durante dos terceras partes de su tiempo: el otro tercio se incluye en el capítulo de misterios pendientes de resolver. Un apartado que no para de crecer por Duquesa de la Victoria, donde también pueden apuntar entre los enigmas irresolubles otra asombrosa novedad: la primera convocatoria de sus siglas, luego del ritual protocolario de presentación, llega de la mano de Ciudadanos. En teoría, su rival en ese nicho ideológico. Una rueda de prensa para la posteridad.

Segundo círculo. Hacia esa frontera donde yace el sentido común viajan las negociaciones, o como se llamen, abiertas entre PSOE y UP para investir a Concha Andreu como presidenta. Por el PSOE confiesan su desconsuelo: unos contactos muy encarrilados, apalabrados en el pacto del Moderno y sellados con los besos que se regalaron Henar Moreno y Raquel Romero durante el pleno que abrió la X Legislatura, duermen hoy en el departamento de objetos perdidos del Parlamento. Entre los socialista prenden la desilusión y el asombro. Aunque les ayuda el discurso que lanzan los sindicatos en favor de un Gobierno de coalición, son palabras que suenan huecas. Un mensaje en una botella. Como si también en UGT y Comisiones hubieran abandonado toda esperanza de encontrar alguna explicación lógica a tanto bandazo estratégico.

Tercer círculo.A última hora del miércoles, Unidas (en propiedad, Desunidas) Podemos (¿Podemos?) se descuelga con un comunicado en la mejor tradición marxista. Marxista, facción Groucho. Donde la parte contratante de la parte contratante certifica que sigue encerrada en su camarote, disparando contra todo lo que se mueve, empezando por el sentido común. Ni siquiera Pablo Iglesias podría descifrar ese escrito sin ayuda de Pablo Echenique. Un documento cuya banda sonora, pendiente de desencriptar la letra, arrima la coyuntura a su argumentario clásico: a saber, que Izquierda Unida es culpable de seguir su propio camino (y se lleva su propia ración de estopa de sus antiguos socios), que el PSOE es el auténtico enemigo de la izquierda (generosa dosis de dardos para Francisco Ocón) y que blablabá. Resumen: el destino previsible cuando entra en juego tanto amateur de la política como admiten tácitamente los dirigentes regionales aceptando su falta de preparación. Han tenido que venir sus primos a ayudarles a buscar la salida del laberinto negociador. La transversalidad era esto: puro estalinismo redivivo. Otra caminata hacia el despropósito. Hacia el abismo. Hacia el averno de la política.

Publicidad

Cuarto círculo. Nueva ayuda exterior para los negociadores socialistas: luego de un jueves largo, muy largo, para sus pretensiones de gobernar un siglo de estos La Rioja llega de noche la noticia de un acuerdo semejante en la vecina Navarra, donde sí es posible lo que en La Rioja no lo parece. Y otro regalo, con remitente murciano: la desunión de las derechas obsequia a la opinión pública riojana con la lección de lo que hubiera pasado por el Legislativo si Vox hubiera dispuesto de los votos decisivos: su propio infierno negociador.

Quinto círculo. Hablando de regalos: sobre esa coartada edifican el viernes desde Podemos una campaña en favor de un Gobierno progresista, sin detallar cómo será posible semejante milagro mientras sus dirigentes sigan echados al monte. Las redes sociales, como el papel, todo lo admiten. Pero mientras también ellos encuentran la solución para pasar de las musas al teatro, el reloj de la investidura se ha puesto a cero. Este lunes comienza a andar, sin saber todavía si su destino es el cielo de la gobernación o el infierno del disparate. Sin saber si lo último que se pierde en estos trances es la esperanza o es el sentido común.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

¡Oferta 136 Aniversario!

Publicidad