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Dos años de pandemia han arrastrado a 15.815 riojanos a la pobreza y la exclusión social. Así lo confirma la Encuesta de Condiciones de Vida (ECV) del INE, que sitúa la tasa de pobreza en la comunidad en el 20,1% –la más alta ... desde 2018–, frente al 15,2% de 2019. El único consuelo que se encuentra en esta ratio es que es siete puntos y medio inferior a la promedio del país (27,6%) y la tercera más baja por comunidades tras las del País Vasco (15,9%) y Navarra (16,6%). Sin embargo, las cifras absolutas permiten hacerse una idea de la dimensión de este problema: 63.478 riojanos pelean diariamente por satisfacer sus necesidades más básicas.
En términos relativos, el aumento interanual de la tasa se produjo en los tres componentes en los que desde 2021 se desagrega el índice. Así, el porcentaje de población riojana en riesgo de pobreza pasó en doce meses del 19% al 20,1%; el porcentaje de residentes en hogares de la comunidad con carencias materiales y sociales severas (uno de los nuevos factores estimados) se incrementó punto y medio hasta el 3,8%, y la ratio de población en situación de baja intensidad en el empleo (el segundo elemento novedoso que se mide) pasó del 6% al 6,1%.
Pero al igual que ocurre con otros trabajos estadísticos, una lectura más pegada a la realidad exige hacer la comparación de los datos de 2021 con los de 2019, último año de normalidad económica previo al COVID. Y esa revisión concluye que la recuperación iniciada tras la pandemia durante el pasado ejercicio resultó claramente insuficiente: la ratio de pobreza pasó del 12,3% al 16,1% y la de carencia material y social severa, del 1,6% al 3,8%. Solo mejoró ligeramente (descenso de dos décimas) el porcentaje de hogares con problemas laborales.
De la encuesta también se desprende que en 2021, el 31,7% de las familias de la región tuvo dificultades para llegar a fin de mes, frente al 22,1% de dos años atrás. Cierto es que la ratio de las familias que en peor situación se encuentran bajó del 4,3% de 2019 al 3,7%. Pero la horquilla se amplía del 11,8% al 19,3% en el grupo de los hogares que confirman ciertos apuros y del 7,2% al 8,7% de los que hablan de ahogos.
La ECV también analiza las rentas medidas por hogar y por persona, pero es oportuno precisar, que como suele ser habitual, los datos que asigna son los de los ingresos del ejercicio anterior, por lo que los de 2021 corresponde realmente a 2020, esto es, al ejercicio en el que estalló la crisis sanitaria y una crisis económica y laboral sin precedentes.
En 2021 el umbral de riesgo de pobreza para los hogares de una persona (calculado con los datos de ingresos de 2020) se situó en 9.535 euros, el 0,9% menos que el estimado en el año anterior. En hogares compuestos por dos adultos y dos menores de 14 años, dicho umbral fue de 20.024 euros. Pues bien, según el documento de Estadística, la renta media por hogar riojano ascendió a 30.598 euros, 1.498 euros menos que en 2019. Medido por persona, la renta media por riojano fue de 12.913 euros, 591 euros por debajo de la del año inmediatamente anterior.
A partir de los datos de carencia material severa, riesgo de pobreza y hogares en los que sus miembros en edad de trabajar lo hacen menos del 20% de su potencial, la encuesta del INE construye la tasa AROPE, que amplia el concepto de pobreza más allá de los ingresos. El año pasado, el 21,3% de los riojanos vivía en situación de riesgo de pobreza o exclusión social. La tasa repunta 1,3 puntos respecto a 2020 (20%) y cinco puntos y medio sobre 2019 (15,8%). También en este caso se distancia del promedio nacional (27,8%) y es la cuarta más baja por comunidades tras Navarra (14,7%), País Vasco (16%) y Aragón (20%).
La Encuesta de Condiciones de Vida del INE también permite radiografiar por comunidades la situación de los ciudadanos ante los hábitos más comunes. Así, el 23,6% de los riojanos no puede permitirse ir de vacaciones al menos una semana al año, frente al 17,9% de 2019; el 3,1% no puede comer carne, pollo o pescado al menos cada dos días, ratio que sextuplica la de hace dos años; el 21,6% es incapaz de afrontar gastos imprevistos (4,4 puntos sobre el indicador de 2019) y el 5,9% ha tenido retrasos en el pago de gastos relacionados con la vivienda principal (hipoteca o alquiler, recibos de gas, comunidad...) en los últimos doce meses (3,6% en 2019). Además, la pobreza energética se ha triplicado: el porcentaje de familias que no pueden permitirse mantener la vivienda con una temperatura adecuada ha pasado del 3,4% de 2019 al 9,6% de 2021. Asimismo para el 3% de los hogares riojanos es impensable disponer de un automóvil (ratio similar a la de hace dos años), mientras un ordenador personal se ha convertido en un artículo de lujo para el 6,8% (4,1% en 2019).
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