De las 358 personas sin hogar atendidas en 2022 por Cáritas, 338 eran hombres y 20, mujeres

A nivel nacional, la entidad social prestó atención a 39.487 personas en situación de sinhogarismo, un 6% más que en 2021. Dos de cada diez eran mujeres y más de la mitad, españolas (51,6%).

La organización celebra este jueves varios actos en la plaza del Mercado. A las 12.00 horas ha realizado una concentración y leído un manifiesto, y a las 18030 horas celebrará un evento musical donde el rapero NC NOR, sobre una base musical producida por Ronin, interpretará un tema escrito por mujeres sin hogar de Cáritas Tenerife y, posteriormente, otras canciones con temáticas sociales.

Estos actos se celebrarán bajo el eslogan de la campaña nacional lanzada por Cáritas: «Comparte tu red. No dejes que se queden fuera de cobertura». Con esta iniciativa, la entidad denuncia la falta de acceso a derechos y, en especial, la desprotección social que sufren muchas personas sin hogar. «Queremos hacer visible la realidad de vulnerabilidad extrema que viven quienes van quedando al margen de las relaciones sociales, del espacio público normalizado y del acceso a su derecho de vivienda, empleo y protección social –explica Joaquín Yangüela, responsable de Integración Social de Cáritas La Rioja–. Por ello, con la campaña 'Comparte tu red' revindicamos la necesidad de seguir trabajando para que todas las personas puedan acceder a sus derechos y sean incluidas en la vida social y comunitaria».

Cáritas La Rioja desarrolla «Personas con hogar», un proyecto basado en la metodología Housing First, para mejorar la calidad de vida de las personas sin hogar que se encuentran en la región. En este programa se les proporciona una vivienda y se les ofrece un acompañamiento especializado para facilitar su acceso a los derechos fundamentales y su integración plena en la sociedad.

Cáritas La Rioja cuenta con una vivienda destinada a este programa. En ella vive, desde el 9 de mayo, una mujer de 66 años víctima de violencia de género. Tras los primeros seis meses de la nueva vida que le ha brindado el proyecto «Personas con hogar», así describe su experiencia: «Estoy agradecida, y mucho, a Cáritas porque gracias a ellos tengo una casa. Había tocado fondo y antes de ir a la calle, porque me echaban del albergue, prefería morir. Hoy tengo un techo y estoy tranquila. Solo tengo palabras de agradecimiento hacia Cáritas y los técnicos y voluntarios que han compartido tiempo conmigo: Marcos, Joaquín, Marta y Andrea. Les doy muchas gracias a todos por conseguir esto para mí. Mi nueva familia, hoy en día, son ellos, los de Cáritas. Gracias por estar pendientes de mí. Espero que más personas como yo salgan adelante y podamos ser felices».

Las personas interesadas en colaborar para que el deseo de esta participante se haga realidad, pueden realizar su aportación a través de Bizum (código 02121), en las cuentas bancarias de la entidad, disponibles en www.caritaslarioja.org, o a través de la pasarela digital habilitada en esta página web, indicando en el concepto «Personas con hogar».

Según la memoria de actividades de Cáritas Española presentada en junio, dos de cada diez personas sin hogar atendidas a nivel estatal eran mujeres y más de la mitad, españolas (51,6%). El número de féminas que demandan ayuda a la entidad ha aumentado progresivamente y, además, presentan una especial desprotección y vulnerabilidad, así como una mayor estigmatización.

Consciente de esta realidad, Cáritas ha realizado el estudio «Un trabajo, una habitación y un gato», cuyo objetivo es identificar las situaciones de sinhogarismo que viven las mujeres atendidas por la organización social. En este informe, desarrollado a través de un sondeo y entrevistas a mujeres que sufren este problema, confirma que la sociedad y las entidades públicas siguen reduciendo el sinhogarismo a las personas que duermen en la calle o viven temporalmente en recursos residenciales, obviando las situaciones en las que se encuentran muchas otras y que son más difíciles de visibilizar.

En este sentido, Joaquín Yangüela explica que no se contempla «cómo las mujeres van sorteando de cualquier manera el hecho de dormir en la calle buscando alternativas que las hace más vulnerables, como vivir en viviendas inseguras (bajo amenaza de desahucio; acogidas por parte de familiares o amistades; con ocupaciones ilegales; bajo amenaza de violencia machista u ofreciendo cuidado a cambio de alojamiento)».

«Esta manera de afrontar o retrasar la situación de calle agrava la problemática por soportar durante más tiempo situaciones de violencia y precariedad, además de provocar que permanezcan invisibles al sistema dificultando su cuantificación», añade.

Para el responsable de Integración Social de Cáritas La Rioja, el progresivo aumento del número de mujeres sin hogar en situación de calle «supone un reto en el diseño de políticas públicas tanto de prevención como de intervención», sobre todo porque «no siempre son mujeres solas, sino que en muchos casos van acompañadas de sus hijos e hijas, que quedan también en situación de desprotección».