Denunciado por transportar 181 cornamentas de cérvidos

Las actuaciones se inician la pasada semana, cuando agentes del puesto de Baños de Río Tobía que realizan servicio de prevención de la seguridad ciudadana, detectan un turismo circulando por la carretera de Badarán, en cuyo interior se transporta abundante carga que dificulta el campo de visión del conductor, con el consiguiente peligro para el mismo y para el resto de usuarios de la vía.

Una vez interceptado el vehículo se procede a la identificación de su conductor un varón de 60 años, de nacionalidad española y residente en la Rioja Alta. En el interior del turismo los agentes hallan un total de 181 cuernas de cérvidos, de las que no puede aportar justificante que acredite su legal posesión y origen.

Estos hechos son puestos en conocimiento del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona), que constata que una parte de las cuernas todavía poseen trozos de los cráneos de los animales y otras han sido serradas, por lo que se procede a su incautación y a la tramitación contra el identificado de las pertinentes infracciones administrativas a la Ley Caza de La Rioja, por transportar piezas de caza muertas o partes identificables de las mismas sin que vayan acompañadas de los precintos, marcas y justificantes que acrediten su origen.

Las cornamentas intervenidas han sido puestas a disposición del Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de La Rioja "La Fombera", siendo remitidas las infracciones a la Consejería de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente del Gobierno de La Rioja.

Tras requisar la carga, los agentes del Seprona investigan si una parte de las piezas intervenidas son de ilicita procedencia (caza furtiva), y si las mismas iban a ser introducidas en el mercado ilegal para su envió a países asiáticos.

La versión que ha facilitado el denunciado a Diario LA RIOJA varía con la facilitada por los Guardia Civil. Considera que la transacción era totalmente legal ya que la compra de desmogues de cérvidos está permitida.

Según explica el afectado, había comprado las cuernas a un particular en nombre de una empresa castellonense especializada en la importación y exportación de astas de ciervo y de gamo, y fue interceptado por la Guardia Civil cuando transportaba el material adquirido. Aclara que tiene la factura de la venta de las cuernas e insiste en la legalidad de la operación por la que ha sido denunciado.