«El líder del PSOE riojano será quien quieran los militantes y yo me mantendré neutral»

La última entrevista que concedió a un medio regional fue hace nueve meses. ¿Temía dar explicaciones tras aquel 1 octubre que acabó con la dimisión de Pedro Sánchez y usted como su número '2'?

Tras la entrevista a la que alude ofrecí una comparecencia en octubre y otra en noviembre. Matizado eso, la respuesta es que al margen de los temas como parlamentario nacional, en el resto he preferido mantenerme en un segundo plano. Creo que lo mejor para el partido era no ocupar un espacio protagonista, más aún cuando soy un secretario general del PSOE riojano de salida.

Desde hace nueve meses ya no tenía la excusa de que sus funciones de número '2' nacional le impedían tener presencia en La Rioja.

No ha sido ninguna excusa, porque el partido cuenta con lo que yo impulsé desde que tomé las riendas en La Rioja: un equipo coral y potente con portavocías compartidas.

¿Ha castigado al PSOE riojano su corresponsabilidad en la fractura que vive hoy el PSOE nacional?

En absoluto. El PSOE de La Rioja tiene identidad propia al margen de mí mismo. César Luena es corresponsable en lo bueno y lo malo de cómo ha podido ser mi gestión, pero en ningún caso afecta al partido porque la gente sabe separar perfectamente entre las personas que estamos un tiempo en un puesto de responsabilidad y la fuerza que tiene una federación como ésta.

¿Ni siquiera ha podido perjudicar su abstención para permitir la investidura de Rajoy tras defender, según sus propias palabras, un 'no hasta el infinito'?

No, porque he sido coherente.

¿Perdón?

Uno tiene unas posiciones y las sostiene. Sin embargo, también pertenece a un colectivo cuyas normas dicen que se tomará la decisión que adopte el Comité Federal. En esa cita argumenté hasta el final la posición de La Rioja al respecto, pero allí una mayoría se decantó por la abstención. Por lo tanto, yo cumplí con las normas de mi partido aún no estando de acuerdo.

Pedro Sánchez, con quien compartió esa postura y prometió estar siempre al lado, optó por renunciar al escaño. ¿No hubiera sido más coherente seguir el mismo camino de su entonces líder y amigo?

Respeto la decisión de Pedro, pero no es ni más ni menos coherente que la de aquellos que optamos por acatar la decisión mayoritaria del partido. Quizá la diferencia es que yo nunca he aspirado a liderar el PSOE nacional y en La Rioja estoy en una posición de salida. Mi función como secretario de Organización fue hacer que se acatasen los pronunciamientos del Comité Federal y luego yo mismo me lo apliqué.

Hay quien le censura que su postura se deba sólo al afán de no perder su puesto en el Congreso tras quedarse sin el puesto orgánico .

Estar en un cargo de responsabilidad implica recibir muchas críticas. Por supuesto las asumo, pero en este caso son equivocadas.

Otra de ellas es que ha recibido su propia medicina al ser depuesto por una gestora como las que usted impuso en el PSOE de Logroño y a nivel nacional en Madrid.

En el caso de Logroño comenté que no iba a entrar en el vomitorio de ansiedades que se dieron entonces en las redes sociales y parecen continuar, y ahora tampoco voy a entrar en ese salón de los instintos primarios. Son casos muy diferentes, aunque también le digo que tendrá que pasar un tiempo para analizar qué pasó. Como estamos ahora inmersos en un proceso congresual y he sido protagonista directo, prefiero no dar opiniones por el bien del partido.

Tendrá al menos una opinión sobre cómo discurrió el Comité Federal de octubre y la labor de la gestora que dirige Javier Fernández.

¿Qué quiere que le diga respecto a aquel 1 de octubre? Con eso se lo digo todo. Respecto a la gestora, es evidente que su actuación es manifiestamente mejorable. Al principio tuvo un claro problema para afrontar las relaciones con el PSC y luego impulsó la abstención a Rajoy que luego decidió el Comité Federal. Todo lo demás es anecdótico.

¿Cuál es su diagnóstico del partido tras tantas tormentas internas y las heridas que siguen abiertas?

La situación del partido es complicada y está desgraciadamente a un paso de que la división pueda trasformarse en enfrentamiento. También le digo que soy optimista avalado por la historia. El PSOE ha sabido resolver estos procesos en congresos muy difíciles pero en los que ha sabido reconstituirse. Por lo tanto, estoy preocupado pero a la vez ilusionado porque sé además que la mayoría del partido aporta sentido común.

¿La mayoría del partido o la mayoría de la militancia?

El partido es la militancia.

Parece que hay una diferencia entre dirigentes y las bases. Al menos, eso es lo que alienta Pedro Sánchez en su campaña de primarias.

No hay partido sin militantes ni partido sin dirigentes. Es peligroso hacer esa dicotomía, porque será malo para el PSOE.

¿Por eso se decanta ahora con Patxi López después de haber prometido fidelidad eterna a Sánchez?

Respeto a los tres candidatos. Simplemente digo que el proyecto político que más le interesa al partido en la actual coyuntura es el de unidad y futuro que encarna Patxi.

Las encuestas le sitúan como el aspirante con menos opciones.

¿Qué encuestas son esas? Algo sé de eso como exsecretario de Organización y me gustaría que me expliquen cómo es posible hacer sondeos sobre un censo secreto. Se trata de unas primarias muy abiertas y López siempre es un candidato ganador en todo a lo que aspire.

¿Le ha comunicado personalmente a Pedro Sánchez que vuelve a desmarcarse de él? ¿Se llaman?

Hace tiempo que no hablamos, pero mantenemos relación. Mis decisiones hace tiempo que se conocen.

¿Quién le sucederá a usted como secretario general de La Rioja?

El próximo líder del partido en la región será quien los militantes quieran que sea con su voto y yo me mantendré absolutamente neutral.

¿Dependerá de quién tome las riendas a nivel nacional?

No creo que esas coordenadas sean válidas ni aquí ni en el resto de los territorios.

¿Le sorprende cómo van alineándose las fuerzas en la comunidad? ¿Hay más plataformas de 'enemigos de...' que de 'afines a...'?

Presupongo que cada militante va a votar pensando en lo mejor para el PSOE y no en lo peor para César Luena. Aunque también le digo que a estas altura de la película ya no me sorprende nada.

¿Prevé más de una candidatura a sucederle como líder en La Rioja?

También eso lo decidirá la militancia. Sólo me gustaría que el congreso regional de julio sea un poquito mejor del que me eligió a mí, donde se presentaron tres aspirantes y al final se unieron dos contra el tercero.

¿Y a qué se dedicará usted después? ¿Debe repetir como cabeza de lista al Congreso tras ser corresponsable directo de los peores resultados de la historia del PSOE?

No renuncio a nada. Siempre he formado parte de un equipo y cuando se elija una nueva dirección, estaré a su disposición para hacer lo que consideren mejor para el partido.