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Un grupo de familiares y de víctimas riojanas del terrorismo se reúne en el monumento en su memoria situado en El Espolón para exigir justicia. :: miguel herreros
Cuando la memoria no  se desarma

Cuando la memoria no se desarma

Las víctimas riojanas de la violencia de ETA desconfían de la entrega de arsenal formalizada por la banda y siguen reclamando justicia y el cumplimiento íntegro de las penas

Pilar Hidalgo

Lunes, 10 de abril 2017, 21:51

Vitoria vivía sus fiestas patronales en honor de la Virgen Blanca aquel 6 de agosto de 1987 cuando la explosión de un coche-bomba hacía saltar por los aires a los policías nacionales Antonio Ligero Hec y Rafael Mucientes Sanz. Murieron prácticamente en el acto ... mientras transitaban por el alto de Armentia. Mucientes, vallisoletano de nacimiento, residía en Logroño, donde hoy como hace tres décadas las lágrimas pueblan los ojos su esposa, Nelly Oñate, al hablar del asesinato con el que ETA se cobró la vida de su marido.

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