Secciones
Servicios
Destacamos
María José González
Miércoles, 12 de abril 2017, 23:42
Un equipo de investigadores de la Unidad de Angiogénesis del Centro de Investigación Biomédica de La Rioja (CIBIR) ha demostrado en ratones la eficacia de un nuevo tratamiento contra el cáncer de colon. El trabajo, dirigido por el jefe del grupo de Angiogénesis del Área ... de Oncología del CIBIR, Alfredo Martínez, se presentó el pasado sábado en la reunión anual de la Asociación Americana para la Investigación contra el Cáncer (AACR), que reúne en Washington DC a unos 19.500 científicos, clínicos y pacientes de todo el mundo.
uI
nvestigación.
Determinar qué papel juega la adrenomedulina, una hormona que produce el organismo, en el cáncer de colon y en la reducción del número de tumores.
uConclusión. Con los fármacos adecuados, la adrenomedulina puede representar un nuevo tratamiento para el cáncer de colon.
uEquipo. Dirigido por el jefe del grupo de Angiogénesis del Área de Oncología del CIBIR, Alfredo Martínez, está formado por Laura Ochoa y Josune García (personal postdoctoral), la estudiante de doctorado Sonia Martínez, la técnico de laboratorio Judith Narro y personal del departamento de Patología del Hospital San Pedro.
uDuración. Cuatro años.
uFinanciación. Instituto Carlos III (87.120 euros), AECC (57.000) y Fondos FEDER (sin importe específico; forma parte de un convenio general para investigación).
El cáncer colorrectal es el que presenta mayor incidencia en nuestro país, el 40% de los tumores se pueden evitar con hábitos de vida saludables y La Rioja tiene en marcha un programa de cribado específico. Lo que los investigadores del CIBIR han hecho es «entender mejor» cómo funciona el cáncer de colon, cuál es la influencia de la adrenomedulina (una hormona que dilata los vasos sanguíneos en esta patología) e «intentar diseñar nuevos fármacos que ayuden en su tratamiento», explica Martínez.
Para ello, se experimentó semanalmente con ratones: a unos se les aplicó un tipo de sustancias químicas inhibidoras de la acción de la hormona y a otros, activadoras, y la conclusión es que con estos segundos potenciales medicamentos «los animalitos no perdían tanto peso, los síntomas de colitis mejoraban y el número de tumores se reducía a la mitad». Es decir, que el estudio de los investigadores del CIBIR no supone una cura del cáncer del colon, pero sí una importante avance en «el bienestar de los pacientes y en una reducción del número de tumores que desarrollan».
Martínez añade que el mecanismo de acción de la molécula beneficiosa parece implicar a varios genes que activan las células madre del colon y, con su proyecto, «lo que hacemos es reducir el número de células en división, lo que nos permite controlar el crecimiento tumoral». Asimismo «también hemos hecho algo muy divertido con estos animalitos y que está muy de moda ahora: estudiar la microbiota, es decir, la composición de especies bacterianas que hay en el colon y están 'hablando' continuamente con las células y son responsables de la salud de esa zona». Gracias al estudio, los investigadores del CIBIR han constatado que su medicamento «también regula las bacterias que, digamos, son beneficiosas para la salud del colon y contribuyen, en consecuencia, a que no se desarrollen la inflamación, la diarrea y los tumores».
Los científicos del centro de investigación riojano deberán comprobar los resultados de su estudio en otros modelos de ensayo y, además, compaginarán el uso de los fármacos con la radioterapia «para ver si esa combinación resulta mucho más eficaz en los tratamientos». Una vez que se tengan unas conclusiones «muy claras», y de cara a su aplicación en los seres humanos, se tendría que hacer, «si hay financiación», un desarrollo preclínico (estudio más profundo en animales en los que se evalúa la posible toxicidad del fármaco y la distribución en los distintos órganos) para que la Agencia del Medicamento aprobase esa molécula como un medicamento potencial y diese su permiso para aplicarlo en las personas. Todas esa fase requiere al menos de cuatro años.
Martínez explica que la presentación de la investigación ha sido una experiencia de la que «hemos disfrutado mucho», porque «es un foro de gente superespecializada». «Ha sido impresionante y nos ha abierto la posibilidad de colaborar y de recibir sugerencias e ideas muy interesantes que se pueden empezar a aplicar»», añade.
Por último, y con carácter general, el director del estudio recuerda que la investigación requiere «suficiente financiación y unas instalaciones adecuadas como las que hay en el CIBIR». «Eso y tener imaginación y ganas de trabajar, que a nosotros no nos faltan», concluye.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.