Cordialidad e incertidumbre

Para algunos parecía ser una cita importante en su calendario, arreglados para la ocasión y sin prisa, hablando de círculo en círculo. Haciendo amistades, presentándose, incluso haciéndose notar. Para otros asistir a la votación era un formalismo, en chándal, de paso y cumpliendo con el cometido lo más rápido posible.

Quienes daban a Cuca por vencedora se preguntaban si la masiva afluencia de gente desde los pueblos podría beneficiar a Cecineros. Y quienes pensaban en el actual presidente como ganador reconocían ver en Cuca un fuerte rival.

Los discursos de ambos, previos a la votación, han estado basados en la cordialidad, incluso uno al otro se han cedido los cinco puestos de libre disposición en sus listas. El que gane incluirá entre su gente a cinco miembros de la lista contraria. Pero también ha habido momentos en los que ambos han querido marcar su terreno.

La parte más contundente del discurso de Gamarra ha sido cuando ha apelado a su condición de mujer y ha hablado de romper techos de cristal, como el que se rompió cuando accedí a la alcaldía. Ceniceros no ha querido dejar pasar ese comentario y ha dicho que en el Partido Popular no existen techos de cristal. Me acompañan muchas mujeres que han ganado mayorías absolutas.

Excepto estos comentarios y el autoreconocimiento por parte de los dos de que son la renovación del PP riojano, no ha habido alusiones al adversario y en los dos casos han asegurado no haberse presentado contra nadie, sino por el partido.

Así que no parece que los discursos hayan influido en la decisión de los afiliados. La mayoría venía con el voto claro de casa.

Y terminados los discursos, en Riojaforum reinaba la (larga) espera. Primero la de los 2.251 afiliados que han pasado por el Palacio de Congresos a votar y después la de la contabilización de los votos. Que se ha hecho eterna. Pasados escasos minutos del fin del escrutinio, en la puerta de la sala se veían los primeros abrazos y se escuchaban los primeros aplausos. Contenidos, pero incontenibles. Y todos ellos eran de los afines a Ceniceros. No había sido anunciado, pero José Ignacio Ceniceros ya era el candidato ganador.

Para ganador y perdedora era el momento de enfrentarse al resultado y al público. Guardando la compostura ambos han subido al escenario y se han abrazado, cordiales. Pero la actitud no era la misma. Brazos en alto y aplausos para Ceniceros y cara larga para Gamarra, que recomponía cuando, una vez terminado el acto, era halagada por los afiliados, que le paraban al subir las escaleras para decirle que "no pasa nada". "¡Eso es, claro que no!", respondía con energía.