«Si una universidad privada cumple con todos los requisitos, poco hay que decir»

José Arnáez Vadillo (Haro, 1957) casi no necesita presentación. Catedrático de Geografía Física, su trayectoria docente se adornó con un buen puñado de publicaciones, su presencia en un par de sociedades científicas y diferentes cargos en la Universidad que remató como rector de la UR (2012-2016). Las urnas cerraron esa etapa y ahora nuestro exrector está en Madrid; desde el 24 de febrero es el nuevo director de la ANECA, acrónimo de la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación, un organismo autónomo adscrito al Ministerio de Educación que, en palabras llanas, a lo que se dedica es a certificar los requisitos para llegar a ser profesor titular o catedrático universitario y dirimir si una titulación cumple las condiciones para dotarla de carácter oficial. Por delante tiene tres años pero su llegada coincide con un momento convulso: la modificación (endurecimiento, según algunos) de los criterios exigidos a los docentes para acceder a la 'carrera universitaria' está levantando ampollas.

La primera pregunta es obligada: ¿Cómo afronta pasar de ser rector a estar al frente de la agencia que evalúa a todas las universidades?

Se ve con una perspectiva diferente. El puesto de rector está centrado en la gestión de una universidad. Y el de la ANECA te permite una visión más global de todo el sistema porque tiene que certificar títulos y profesorado de muchas universidades. Ha sido muy positivo ser rector para poder abordar este nuevo reto.

Interpretó su nombramiento como un 'premio' a la trayectoria de la Universidad de La Rioja.

Yo creo que mi nombramiento es un reconocimiento a la labor que se realizó durante cuatro años en la UR por un equipo. Y pienso que durante ese periodo la UR estuvo muy presente en todos los foros nacionales y permitió, después, que los responsables de nombrar a la dirección en la ANECA lo tuvieron en cuenta.

Llegó a la ANECA tras la dimisión por sorpresa del anterior responsable Miguel Ángel Galindo, al parecer, por 'discrepancias' con el Ministerio en la negociación para revisar los requisitos de acreditación de los docentes. Flotaba cierto aire de crítica y se cuestionaba incluso la independencia de este organismo respecto al Ministerio.

Yo no lo plantearía de esa forma. Yo llego a la ANECA en el momento en el que hay que aplicar el nuevo estatuto. Mi antecesor estaba de director en funciones. El nuevo estatuto estaba en marcha y aprobado, había que adaptar esa realidad a la ANECA y ello implicaba la incorporación de un nuevo director que pusiera en marcha este organismo como un organismo autónomo. Y esta es la realidad. ¿Sorpresa? No creo que fuera. Él estaba en funciones como director y había que empezar una nueva etapa con una nueva dirección con nuevas funciones.

Lo cierto es que la ANECA está inmersa ahora en un conflicto con los docentes. Si la promoción universitaria ya de por sí es larga y tortuosa, ahora parece que se endurecen los criterios para llegar a ser profesor titular o catedrático.

Yo no lo llamaría así.

¿Disparidad de criterios?

Es cierto que se han observado en estos criterios algunas disfunciones y el objetivo de la ANECA y el mío propio es negociar y hablar con todas las partes implicadas para reflexionar y encontrar la mejor solución.

¿Se van a rebajar esos requisitos?

Yo digo que lo que estamos haciendo es hablar con todas las partes implicadas para, de esta forma, reflexionar sobre la validez de estos criterios y, si es necesario, evidentemente modificarlos.

La UR dentro del G9 también manifestó su disconformidad con estos nuevos criterios.

Sí. Lo que estamos haciendo es comenzar un proceso de reflexión con todas las partes. Y cada parte expondrá sus argumentos. Intervienen los sindicatos, los profesores, la CRUE, ANECA... y, entre todos, yo creo que puede salir un documento consensuado con unos criterios más claros, definidos y que beneficien al sistema.

Usted como catedrático y como exrector, ¿cree que son tan duros?. ¿Cree que un docente puede hacer carrera profesional con esos nuevos criterios?

ANECA tiene sus comisiones de expertos y son las que han establecido esos criterios. Yo creo, y por eso estoy a favor de ese proceso de negociación, que efectivamente se pueden perfilar mejor, se pueden adecuar mejor a la realidad del sistema universitario español y ese es mi objetivo. Volver a repensar los criterios, hablar con todas las partes e intentar buscar la mejor de las soluciones.

¿Se pone en riesgo la calidad del sistema universitario español con la proliferación de centros privados que funcionan como empresas a cambio de expedir títulos?

El sistema universitario español contempla el público y el privado. Si éste reúne las condiciones que se exigen a todos los centros, cumplen las normativas y pasan por las correspondientes acreditaciones y certificaciones, en principio, poco se puede decir. Si una universidad privada cumple, es una universidad que ofrece un producto que puede ser interesante para un determinado conjunto de estudiantes o ciudadanos.

¿Hay diferencias en el trato a la universidad pública y privada?

Desde la perspectiva de la ANECA el tratamiento es el mismo. Tienen que pasar por los mismos procesos de certificación y acreditación.

Cuando usted era rector de la UR se quejaba de la permisividad que había respecto a la UNIR.

Yo lo que puedo decir es que si cualquier universidad privada pasa por todos los criterios que establece la acreditación, evidentemente ese título no puede tener ningún problema. Yo como director de la ANECA me encargaré de velar que esto sea así.