«Las relaciones con el presidente riojano deben ser institucionales, nadie te obliga a ser amigos»

Presidente del TSJR

Carmen Nevot

Jueves, 23 de marzo 2017, 19:08

Tras quince años al frente del Tribunal Superior de Justicia de La Rioja (TSJR), Ignacio Espinosa (Cenicero, 1952) da un paso al lado, pasa página a una etapa, pero no a su carrera. No se presentará a la reelección. Es una decisión firme, dice, pese ... a que la tentación es grande y a que las peticiones para que se replantee su determinación han llegado desde muchos frentes. En el horizonte, nuevos y a la vez viejos objetivos: el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), el Tribunal Supremo y, si le proponen una vez más -sería la cuarta-, el Tribunal Constitucional.

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  • Nombre Ignacio Espinosa Casares.

  • Nacido 14 de agosto de 1952 en Cenicero (La Rioja)

  • Estado civil Casado, 3 hijos.

  • Estudios Licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza.

  • Ingresó en la carrera judicial en 1978. Sus primeros pasos como juez los dio en Zarauz, Málaga, Santoña... El 4 de febrero del 2002 fue nombrado presidente del TSJR, cargo que ocupa en la actualidad.

- Ha anunciado que no se va a presentar a la reelección ¿por qué?

- Cuando iba a cumplir el segundo mandato cabía la posibilidad de pedir el tercero y entonces, después de diez años, ya lo dudé. Hubo muchos compañeros, amigos y vocales del Consejo, que me decían que me presentara y lo hice no muy convencido. Es verdad que no hay ninguna limitación de mandatos, pero yo abogo por que la haya, al igual que para los políticos por aquello de la renovación. Esta vez estaba convencido de que no lo iba a pedir y como me ha pasado en menor escala lo que me pasó la vez anterior, que me pedían que no me fuera, lo que he hecho es decirlo a los medios de comunicación y a través de whatsapp a Jueces para la Democracia. Esta vez ya lo tenía muy decidido, incluso hace dos o tres meses. Prefiero pasar página y hacer otra cosa.

- Y ahora, ¿qué?

- Cuando un presidente se va tiene dos opciones, quedarse en el tribunal en el que era presidente o quedarse en el último tribunal de donde procedía. Por ejemplo, el anterior presidente era Gestoso y, como venía de Murcia, podía irse al TSJ de Murcia o quedarse en el de La Rioja. Yo me quedo aquí. ¿En qué sala? Eso depende del CGPJ. Normalmente todos los presidentes se quedan en la sala Civil y Penal, pero yo voy a pedir que no me dejen ahí porque casi no tiene contenido. Además, da la casualidad de que la Sala de lo Social está coja, con dos magistrados, desde el 23 de mayo de 1989. En todas las memorias decimos que se cubra y ahora tenemos la oportunidad de que se haga con el expresidente en vez de sacar una tercera plaza. Pediré destino a la sala de lo Social.

-En su decisión, ¿ha pesado cierto cansancio?

- No. Hace diez días me presenté para ser candidato al Tribunal Constitucional y eso es complicarse la vida. Hace dos años me presenté a presidente de la Audiencia Nacional, lo que significa ir a vivir a Madrid y ponerte aquí -señalando el pecho- una diana. Con mi edad, tengo ya 64 años, hay gente que piensa que estoy para un 'caldito'. No, simplemente quiero pasar página, pero ya te adelanto que dentro de año y medio hay elecciones para Consejo General del Poder Judicial y ahí me voy a volver a presentar. Van a salir varias plazas para la sala cuarta del Tribunal Supremo y aspiro a una de ellas. Eso sí que es mucho más complicado, no sólo por cambiar totalmente de trabajo, sino por ir a Madrid... Te cambia todo, son ganas de complicarme la vida porque es mucho más dificultoso que quedarte aquí.

- Hay quien dice de usted que es el eterno candidato, Supremo, Audiencia Nacional, Constitucional y, por lo que comenta, no va a parar

- Es lo más parecido a la carrera militar. Ahora soy coronel y me gustaría jubilarme de general. A mí me ha ido muy bien en la carrera judicial, en la que empecé muy jovencito, pero me queda esa espinita que se me podía haber pasado con el tiempo, pero no ha sido así. Como colofón de la carrera, me gustaría acabar en el Tribunal Supremo.

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- En la reciente elección para el Constitucional no partía como favorito...

- Sí, pero no tiro la toalla. Si hay otra oportunidad de presentarme lo haré. Tengo la suerte de que en tres ocasiones el Parlamento de mi comunidad ha confiado en mí y me ha propuesto. Es un honor. Eso sí que es ser profeta en tu tierra.

- Ha dicho que el año que viene se presentará a vocal del CGPJ. En el 2013 ya lo hizo, también el juez José Carlos Orga, que ahora se postula para ocupar la Presidencia del TSJR. Parece que le sigue los pasos.

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- En esto último sí, pero en lo del Consejo General no seguía mis pasos porque dimos los dos el mismo paso a la vez. A mí me parece bien que haya candidatos y, si los candidatos son de La Rioja, conocen mejor el percal.

- ¿Se atrevería a decir quién es el mejor aspirante a la Presidencia?

- No, ni mucho menos.

- Es uno de los pocos presidentes de TSJ progresistas, que pertenece a la Asociación de Jueces para la Democracia. Su filiación, ¿ha supuesto alguna traba?

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- No. Antes, los nombramientos de presidentes de tribunales superiores de justicia necesitaban un quórum de once vocales del Consejo, en total son 21, y a los vocales del CGPJ los nombra el Parlamento. Nunca ningún partido político ha tenido mayoría en el CGPJ, con lo cual nadie tenía once votos. Luego lo subieron a trece votos y yo las dos veces que me he presentado he obtenido 16 votos, con lo cual me votaron los vocales elegidos a propuesta del PP, del PSOE, de CiU..., es decir el 85% del total. Además, cuando en el 2002 fui elegido presidente por primera vez gobernaba Aznar con mayoría. Otro ejemplo es que sigo ocupando un cargo, el de presidente de la Comisión Nacional de Víctimas de Delitos Violentos y contra la Libertad Sexual desde el 2003, nombrado por el ministro Michavila durante un Gobierno de Aznar.

- Las relaciones con Pedro Sanz se intuían un poco tensas. ¿Ha mejorado el trato con José Ignacio Ceniceros?

- Las relaciones con el anterior presidente prácticamente no existían, pero no es malo que no existan. Yo siempre he propuesto que el presidente del TSJ de cualquier comunidad no sea a la vez presidente de la sala Civil y Penal porque juzga a aforados, es decir, a jueces, fiscales, parlamentarios y miembros del gobierno. Si el presidente del TSJ es a la vez la misma persona que puede poner sentencias a personas con las que coincides a lo largo del año en 20 o 30 actos sociales... no es bueno. Y no sólo coincide con los miembros del gobierno, sino también con los de la oposición. Cuando uno pone una querella, no la pone una señora que pasa por ahí, sino un partido político. Por tanto, puedes coincidir con el querellado y con quien se querella y tienes verdaderos problemas en decidir qué haces en un acto institucional. O, por ejemplo, ¿con qué cara le voy a pedir yo un ordenador a un consejero de Justicia si lo tengo emplumado porque hay una querella y estamos tramitándola? Las relaciones de un presidente del TSJ con el jefe del Ejecutivo tienen que ser institucionales. Nadie te obliga a ser amigos.

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- ¿Se ha sentido alguna vez cuestionado por Sanz?

- No. Con Pedro Sanz he tenido poca relación, pero sí he tenido con el consejero de Justicia correspondiente. Yo tengo muy buenas relaciones con todos los consejeros competentes en la materia. Con Sanz coincidía mucho menos, pero cuando reivindicamos el Palacio de Justicia o un determinado órgano judicial íbamos al unísono también.

- Hace unas semanas se ponían sobre la mesa ciertas presiones en el caso de los fiscales. ¿Ha sufrido usted esas presiones?

- Nunca, y llevo ya 39 años. No es mérito mío, también depende de lo que te dejes querer. Si ven que tienes cara de pocos amigos, pues nadie te va a llamar. A compañeros míos, en los que confío, siempre les oigo lo mismo, que nunca han recibido una llamada.

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- Hablando de independencia, una de las críticas casi unánimes es la designación de los vocales del CGPJ.

- El CGPJ es un órgano político, no pone sentencias. Lo elige el Parlamento por tres quintos. En EEUU al presidente del Supremo lo elige ahora Donald Trump, es decir, directamente el presidente, y además son puestos vitalicios. El CGPJ lo eligen los representantes del pueblo español y, además, por tres quintos. Es decir, que prácticamente se tienen que poner todos de acuerdo. Esas 20 personas, más el presidente, también eligen por una mayoría cualificada a determinados cargos, que son los 17 presidentes de TSJ y los 52 de audiencias provinciales, con lo cual, suponiendo que haya 5.000 jueces en España, 4.800 quedan libres de esa mácula porque no los elige nadie, es decir, no le deben nada a nadie, sino a sí mismos, a su esfuerzo personal. En mi caso pienso que me han elegido porque creían que tenía determinados valores, no para que luego les devolviera un favor. No nombran presidente de un tribunal o una audiencia a cualquiera, sino a un magistrado que está acostumbrado a ser independiente porque lo hace siempre y porque lleva por lo menos quince años de juez. Yo si naciera otra vez volvería a ser juez porque me lo creo, si no me hubiera ido a otro lado. El juez está para juzgar y ejecutar lo juzgado y no se puede elegir juez ni escoger las partes ni tú escaquearte. La independencia judicial la llevas tú dentro con independencia de lo que piensen de ti. La sociedad española es plural, lo que no vas a hacer es un uso alternativo del derecho y saltarte la ley, para eso te presentas, creas un partido político y cambias la ley. La ley, te guste o no te guste, la tienes que aplicar. No puedes imponer tus propias creencias frente al legislador.

- Antes de dejar la Presidencia ha podido estrenar Palacio de Justicia, pero el Juzgado de lo Penal número 3, una reivindicación histórica y casi un empeño personal, se le ha resistido.

- Es la única reivindicación no cumplida, es la única espinita, todo lo demás, bien en plazas o bien en juzgados, lo hemos logrado. No lo hemos conseguido porque estamos en plena crisis. Desde el año 2007 no hay un duro y desde el 2011 no se crea ningún juzgado en España. Y aunque hubiera hay que ponerse a la cola porque las mismas necesidades que tenemos aquí, las tienen en otras comunidades. No obstante, en este tiempo se han creado otros juzgados, como el Juzgado de lo Social número 3, el de lo Contencioso número 2, el juzgado de primera instancia e instrucción número dos de Haro, el 3 de Calahorra, el de Menores, el de Violencia sobre la Mujer, de Familia...

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- Antes de acabar, se lo pregunto de nuevo, ¿podría replantearse su decisión?

- No. Paso página y a otra cosa. Además, sólo voy a cambiar de aquí a aquí [sonríe y señala el despacho anexo].

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