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efe
Miércoles, 22 de febrero 2017, 12:06
La Rioja ha registrado un nuevo descenso del número de incendios en 2016 y se ha reducido en una tercera parte la superficie forestal quemada, dado que ardieron, a pesar de ser un año meteorológicamente "peligroso e irregular", 92,2 hectáreas, cifra inferior a ... la media del último decenio, de 140.
El consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente, Íñigo Nagore; y el director general de Medio Natural, Miguel Urbiola, han presentado hoy, en un encuentro informativo, el balance de los incendios en 2016, que han calificado como "satisfactorio" y "positivo", dado que se produjeron 47 siniestros, frente a los 58 de 2015 y los 87,9 de la media de los últimos diez años.
El consejero ha explicado que el año pasado se quemaron 92,2 hectáreas -53,97 de ellas de superficie arbolada-, frente a las 281,4 de 2015 -con 24,98 arboladas- y las 140 de la media entre 2006 y 2016 -con 20,41 arboladas-.
"La Rioja, aunque 2016 ha sido un año meteorológicamente adverso en algunos meses, ha conseguido mantener y consolidar la tendencia decreciente de los últimos años, tanto en número de incendios y conatos, como en lo que respecta a la superficie forestal quemada", ha añadido.
Nagore ha incidido en la tendencia decreciente del número de conatos de menos de una hectárea, dado que en 2016 fueron 35, casi la mitad de la media del decenio, fijada en 68; mientras que los incendios de más de una hectárea de superficie quemada fueron 12 el año pasado, 20 en 2015 y la media de los últimos diez años alcanzó los 19,90.
Para él, la única nota negativa de toda la campaña de incendios ha sido el incremento del número de hectáreas arboladas afectadas por el fuego, 53,97, el doble que el año anterior; mientras que la superficie media quemada por siniestro en La Rioja fue de 1,96 hectáreas, menos de la mitad de 2015.
Dispositivo "dimensionado"
Nagore ha resaltado que la labor de prevención en los montes riojanos durante el año, la rapidez de los medios de extinción, contar con un dispositivo "dimensionado y proporcionado" a las distintas épocas del año y la creciente concienciación ciudadana son "claves" para lograr que los siniestros provoquen cada vez menos daños y que la mayoría de los incendios, tres de cada cuatro en 2016, se queden en meros conatos.
Se ha referido a que en julio y agosto de 2016 se registraran 14 incidentes, casi el 30 % del total de siniestros, y en esas fechas se quemó el 50 % de la superficie forestal de todo el año.
El mayor, en Ausejo
El incendio de mayor extensión se registró en agosto en Ausejo, donde se quemaron 20,26 hectáreas de superficie forestal y, al parecer, fue intencionado para minimizar daños de la fauna silvestre; seguido, en septiembre, por uno en Ochánduri, donde ardieron 14 hectáreas.
Frente a ello, en invierno, a pesar de registrar muy pocas precipitaciones, solo hubo cuatro conatos y un incendio forestal en diciembre con 6,61 hectáreas afectadas.
Nagore ha afirmado que la mayor parte de los incendios se concentran en el valle del Ebro y no en la zona sur de la región, donde es mayor la masa forestal; y su origen mayoritario son las prácticas agrícolas inadecuadas.
Ha asegurado que ocho de cada diez se debieron al factor humano y, en 2016, el 55 % tuvo su origen en esas prácticas agrícolas inadecuadas, mientras que la media del decenio representó el 60 %, lo que constata, según Urbiola, la creciente concienciación de los agricultores.
Un 25 % de los incendios se debió a negligencias y a otras causas accidentales; un 6 %, a causas naturales; y en un 11 % no se determinó la causa.
Urbiola ha explicado que, en 2016, las negligencias y causas accidentales más frecuentes se debieron a motores y máquinas, en especial cosechadoras y empacadoras, por lo que su Dirección General prepara un tríptico informativo al respecto.
Ha señalado que uno de cada cuatro incendios fue por negligencias, pero estas fueron las responsables de la mayor pérdida de superficie forestal, cerca del 47 % del total; y la superficie que ha ardido por incendios intencionados, "más numerosos", se ha quedado en el 46 %.
El consejero ha recordado que el Gobierno de La Rioja destinó el año pasado 9,37 millones de euros a la lucha contra los incendios, de los que 5,4 se invirtieron en labores de prevención y 3,97, en labores de extinción.
El dispositivo actual de prevención y extinción de incendios forestales está formado por 300 profesionales y "un completo elenco de medios técnicos, que se ha ido incrementando en los últimos años para detectar, prevenir y combatir el fuego".
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