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María José González
Lunes, 20 de febrero 2017, 22:34
La crisis económica feminizó el mercado laboral riojano. Un total de 7.100 mujeres que hasta el 2006 constaban oficialmente como inactivas dedicadas a las labores del hogar han salido de sus casas a lo largo de la última década a buscar afanosamente un empleo ... con el que contribuir a la economía familiar. Así se desprende de los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del Instituto Nacional de Estadística (INE) que confirman el protagonismo alcanzado por la fuerza laboral femenina riojana durante la etapa de recesión económica y los albores de la recuperación.
A lo largo de la última década, la tasa de actividad femenina ha crecido el 10% pasando del 48,6% del 2006 al 53,5% del 2016. En el mismo periodo, por el contrario, la ratio de varones activos (con trabajo o buscándolo) bajó el 6,7%: del 71,1% al 64,3%.
Del análisis de la evolución de la tasa de actividad por franjas de edad, los datos de la EPA evidencian que el número de mujeres jóvenes que renuncian a seguir estudiando para emplearse se ha desplomado como consecuencia de la crisis. Si en el 2006, la ratio de las mujeres con edades comprendidas entre los 16 y los 19 años se situaba en el 19,7%, una década después se vio reducida al 8,6%. El porcentaje también retrocedió en el tramo de edad entre los 20 y los 24 años que pasó del 69,3% al 46,6%.
En términos porcentuales, la caída de la tasa de actividad entre las más jóvenes fue del 56,4%, por debajo de la anotada por el colectivo masculino (65,8%). Y respecto al siguiente segmento de edad, el descenso entre las mujeres comprendidas en la horquilla de los 20 a los 24 años fue del 22,7%, también inferior al registrado por la estadística de los varones (-39,6%).
Por el contrario, las ratios de actividad en el resto de los segmentos de edad femeninos aumentaron. En el que lo hizo con mayor intensidad fue en el de las mujeres de 55 años en adelante, ya que la tasa se disparó el 118,3% pasando del 11% al 24%. En cuanto a las riojanas con edades entre los 24 y los 54 años, la tasa de actividad creció el 9,8% tras ascender del 75,2% al 82,6%.
En el caso de los hombres, sólo creció la tasa de actividad entre los que tienen 55 o más años, que aumentó el 11,4% hasta situarse en el 32,3%. Por el contrario, la franja de edad intermedia anotó un retroceso del 2,5%: del 97% al 94,6%.
La EPA también permite escrutar la evolución de la ocupación femenina por tipos de jornada laboral. Frente a las 42.100 mujeres con un empleo a tiempo completo del 2006, diez años después había 45.300, lo que supone un aumento del 7,6%. De igual manera, el número de ocupadas a tiempo parcial creció el 8% pasando de 14.900 a 16.200 en diez años.
Eso sí, si los datos globales se comparan con los de los hombres, la estadística corrobora que el empleo a tiempo parcial sigue mostrando un rostro marcadamente femenino en la comunidad ya que por cada riojano empleado bajo esta modalidad de jornada hay tres mujeres. Y eso, a pesar de que el incremento del número de ocupados masculinos a tiempo parcial creció el 223,5% en la última década al pasar de 1.700 a 5.500 trabajadores.
Asimismo, el número de varones empleados a tiempo completo en la región bajó el 20,2% hasta los 68.700 hombres. Este dato contrasta con la subida registrada por las mujeres en este capítulo y es un detalle más que evidencia el protagonismo adquirido por las riojanas en el mercado laboral regional en los últimos diez años.
Autónomas
Analizando exclusivamente los datos del régimen especial de trabajadores autónomos, en el tercer trimestre del 2016 (últimas cifras publicadas) había 5.280 autónomas 'propiamente dichas' en La Rioja, esto es, trabajadoras que no están integradas en sociedades mercantiles, cooperativas y otras entidades societarias, y que tampoco colaboran con algún familiar y no están registradas como parte de algún colectivo laboral especial. En términos relativos, las mujeres representan el 32,2% de los autónomos 'propiamente dichos' de la comunidad.
Si el estudio se retrotrae al 2006, de los datos de la Seguridad Social se desprende que la cifra de emprendedoras se ha mantenido en La Rioja a pesar de la crisis, ya que en el último ejercicio de expansión de la economía había registradas 5.236, es decir, 44 menos que en el tercer trimestre del año pasado.
Por el contrario, el número de autónomos masculinos bajó el 19% entre el 2006 y el 2016 al pasar de 13.730 a 11.126 hombres, respectivamente.
Sobre el 2015, el empleo autónomo femenino retrocedió el 2,7%, desapareciendo de los registros 139 cotizantes. El masculino también bajó: descontó 23 trabajadores, lo que supone una caída del 2%.
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