La panga, el sospechoso habitual

Esta presión constante tiene un lado bueno (influye en crear una actitud vigilante en autoridades) pero también uno malo: que las decisiones se toman en muchas ocasiones a golpe de titular, sin el refrendo de una evidencia científica que lo respalde.

En las últimas semanas, el martillo de la opinión pública ha caído sobre la panga, una especie de pescado de la que hasta hace unos años nadie había oído hablar, pero que de repente se ha convertido en un enemigo número uno con escamas. Hablemos, pues, de la panga. y de su mala fama.

¿Qué pescado es ése? La panga (o 'el' panga: es un producto tan reciente en nuestros mercados que aún no tiene ni género asentado) se llama en realidad pangasius hypophtalmus, y proviene de Asia. En su mayoría, la panga que se consume en España viene de piscifactorías en Vietnam, sobre todo en un río con reminiscencias de cine bélico: el Mekong. Pero también exportan panga otros países como Indonesia o Tailandia. Es un pescado blanco de crecimiento rápido, en ocho meses es 'vendible', de metro y medio de largo y hasta 40 kilos.

¿Por qué es tan barato? La panga ha tenido en los últimos diez años un fulgurante éxito, asentado en un cultivo intensivo en piscifactorías, y en algunas ventajas comerciales: es un animal de crecimiento rápido, pocas espinas y muy fácil de convertir en filetes. Todo ventajas, aunque nutricionalmente no es ninguna maravilla. Por ejemplo, su contenido en el famoso Omega 3 es bajo en comparación con otros pescados parecidos. Todo eso hacía que el precio de la panga fuera espectacularmente bajo, y que por eso inundara los mercados americano y europeo desde finales de la década pasada. España es el mayor importador de la UE.

¿Y tan 'famoso'? Quizá por ese bajo precio, la sospecha acompañó a la panga desde muy pronto, aunque sin ninguna base que corroborara esa sospecha. Pero es en los últimos tiempos cuando esa mala fama ha explotado: las autoridades sanitario-educativas de varias comunidades autónomas (entre ellas, La Rioja) han sacado esa pescado de los menús escolares, y Carrefour ha anunciado que dejaba de venderla la semana pasada. Serunión, uno de los mayores proveedores de comida en los centros escolares, también la ha retirado de sus menús.

¿Es peligrosa para la salud? El Ministerio de Sanidad ha informado en varias ocasiones (la última, esta misma semana) de que la especie nunca ha provocado ninguna alerta sanitaria en nuestro país. Tampoco, que haya noticia, en ningún otro país de la UE o de Estados Unidos. La OCU analizó hace poco 23 muestras de panga, y en cuatro de ellas encontró rastros de mercurio, aunque siempre por debajo de la mitad del umbral permitido, y en alguna restos de un herbicida prohibido en la UE. Sin embargo, nada que justificara la alerta general de las últimas semanas. La OCU, de hecho, recomendaba limitar el consumo de este pescado a una vez por semana, pero es una recomendación que se extiende a casi cualquier otro pescado, dados los niveles de contaminación de distintos tipos en nuestros mares. «Lo mejor es no abusar de ninguna especie, ya que los grandes predadores pueden tener mercurio, pero cada especie tiene su pega: herbicidas, cadmio, arsénico, PCBs. ¿Como evitar estos venenos? No exponiéndonos demasiado a ninguno, esa es la clave», explica la asociación.

¿Y para el medio ambiente? Carrefour no ha hablado de problemas de salud a la hora de retirar la panga. De hecho, la compañía aseguraba que toda la panga que ha estado vendiendo era perfectamente saludable. Su motivación a la hora de retirarla de sus tiendas era ambiental. Porque, como explica Greenpeace, el cultivo intensivo de panga en piscifactorías genera muchas dudas «por el impacto que producen las granjas, porque se está destruyendo manglar para poner más granjas por su elevada demanda, y porque la pesca industrial ha acabado sobreexplotando los recursos pesqueros y ahora necesitamos criar peces en el otro lado del mundo».

¿Nos timan con la panga? El pescado asiático ha generado también otro problema añadido al consumidor: que hay quien vende la misma panga con diversos disfraces. y diversos precios, claro. Aunque el fraude del pescado es universal (se calcula que en el mundo uno de cada cinco pescados no es lo que dice su etiqueta, aunque en la UE el porcentaje baja al 8%) la panga es el rey del disfraz. Probablemente por culpa de su muy suave sabor. Según la organización ecologista Oceana, se ha detectado panga 'disfrazada' de hasta otras 18 especies: bacalao, merluza, rosada. todo vale.