![«Se necesita más inversión y una modificación legislativa para potenciar la investigación universitaria»](https://s2.ppllstatics.com/larioja/www/pre2017/multimedia/noticias/201701/19/media/cortadas/seminario-kbbE-U211486445803rtH-575x323@La%20Rioja.jpg)
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la rioja
Jueves, 19 de enero 2017, 22:38
Más financiación, un nuevo marco jurídico y una potente colaboración entre universidades, empresas y gobiernos. Son las tres ideas claves que ha deparado la primera jornada del Seminario sobre la situación de la investigación universitaria analizada desde España y desde Europa que este jueves ... y viernes se celebra en la madrileña Casa de América.
Un céntrico escenario donde durante día y medio se reúnen prestigiosos profesionales nacionales e internacionales para analizar las prioridades y estrategias en esta área. Y los primeros en pronunciarse han sido los responsables de inaugurar el evento, organizado por la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) y la Cátedra UNESCO de Gestión y Política Universitaria en la Universidad Politécnica de Madrid.
El rector de UNIR, José María Vázquez García-Peñuela, ha señalado que la investigación se focaliza en áreas científicas cuyas aportaciones puedan transferirse a los procesos productivos y, en consecuencia, generan un rápido impacto económico. Por ello, ha instado a revalorizar la investigación en el campo de las Humanidades, sin obsesionarse con la transferencia de esas investigaciones y ha defendido la adecuación de planes de estudios y baremos para los estudios humanísticos.
A continuación, el presidente del Consejo Social de UNIR, Alberto Ruiz Gallardón, ha intervenido para recordar que la investigación universitaria en España ha obtenido el mejor desarrollo de toda la Historia Moderna en los dos últimos decenios. Pero si se quiere continuar así, se requiere de los poderes públicos una regulación que permita que el formidable potencial investigador dé sus frutos. Es necesaria una modificación legislativa que dé incentivos fiscales sustanciales y donaciones a las entidades investigadoras, no solo a las personas jurídicas sino también a las físicas, ha insistido. Porque, a su juicio, cuando hablamos del binomio universidad-empresa, no tenemos que pensar solo en el retorno de la producción, sino en la responsabilidad social corporativa.
El director de la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA), Miguel Ángel Galindo, ha destacado que, si deseamos aumentar la investigación dentro de la sociedad, debemos mejorar la formación de las personas y el capital y ha reconocido que, en ocasiones, parece que hay favoritismo hacia cierto tipo de investigación porque se alcanzan beneficios.
El testigo lo ha recogido el director de la Cátedra y del Seminario, Francisco Michavila, quien ha asegurado que, sin resolver el trabajo de los políticos para definir las prioridades, sí ha matizado que hay que hacer una reflexión sobre cuál es el primer paso para realizar avances y proyectos, las prioridades y estrategias a seguir en investigación universitaria, la cual, ha lamentado ha sufrido una crisis, y en España se ha acentuado con la contracción presupuestaria y la reducción de plantilla.
El llamamiento a una mayor inversión ha sobrevolado las conferencias y mesas redondas de la primera sesión. Pero también otra conclusión, la importancia de que tanto las universidades como las empresas y los gobiernos trabajen de la mano para impulsar la investigación de calidad. Los tres organismos deben aunar fuerzas para abordar cuestiones de vital importancia como son la financiación, la burocracia, los marcos legislativos, la innovación o la mentalidad emprendedora.
Una educación superior
Nuestra responsabilidad es convencer a los políticos de la importancia de una educación superior y de la investigación para que se pueda invertir y continuar en este camino, ha alentado Stefano Paleari. El ex rector de la Università di Bérgamo y ex presidente de la Conferencia de Rectores Italianos ha señalado que el gasto por habitante en investigación en España, Italia o Portugal es una cuarta parte del de Estados Unidos, y aunque es un país mucho más grande, hay que tenerlo en cuenta, es un problema, sí, pero también puede ser una oportunidad. Por último, ha afirmado que hay sitio para la esperanza si se educa en cuestiones como la curiosidad, el valor de lo desconocido, una competencia limpia y la tolerancia.
Para Federico Gutiérrez-Solana, el problema en España reside en que la inversión en educación, no solo universitaria se ha alejado de la media europea. Para solventarlo, resulta vital una planificación estratégica más allá de una legislatura, porque es el futuro de una sociedad y que permita implantar un modelo de mayor inversión con más capacidad de aprovechamiento cuyo resultado sea una cultura innovadora donde prime la investigación emprendedora. También ha llamado a reforzar la estructura empresarial y el número de empresas con capacidad innovadora.
Los sistemas que funcionan son los híbridos, donde las empresas y los grupos de investigación públicos trabajan en común, con fuertes incentivos públicos y con liderazgo de las administraciones, ha destacado Federico Morán, director de la Fundación para el Conocimiento Madri+d. En su intervención, ha abogado por dinamizar las instituciones y que la propia Administración rompa las barreras para liderar esas transformaciones y que los investigadores y empresas participen activamente en ellas.
En una línea similar, el director de ICREA, Antonio Huerta, ha enumerado los aspectos críticos que lastran la capacidad de las universidades para equipararse a nuestros entornos de referencia como son los procesos administrativos impuestos por el Estado, la falta de financiación basal suficiente y el sistema de gobernanza de las propias universidades.
Transferencia a la sociedad y potencial
Por su parte, Daniel Burgos ha resaltado a España y Europa como potencias investigadoras de calidad y punteras pero ha considerado que la aportación tangible, el contacto con la sociedad civil o la complicidad con las empresas y otras entidades relacionadas resultan algo más vagos. El vicerrector de Transferencia y Tecnología y director de la Cátedra UNESCO en eLearning de UNIR ha sumido que los investigadores tenemos parte de culpa y ha animado a los organismos financiadores a facilitar los pasos administrativos y, a los investigadores, a integrar nuestro trabajo con el organismo financiador, el mercado y la sociedad.
La necesidad de que los avances científicos se transfieran a la sociedad a través de la creación de ecosistemas que agrupen universidades, centros tecnológicos y tejido empresarial ha sido la tesis de Rafael Garesse, vicerrector de Investigación e Innovación de la Universidad Autónoma de Madrid. Mientras que Carmen Fenoll, catedrática y ex vicerrectora de la Universidad de Castilla-La Mancha, ha considerado que las universidades podrían además de agruparse entre ellas y con otras instituciones, diseñar modos de colaboración que abordasen las principales debilidades del sistema unversitario español y europeo que lastran la investigación.
La estructura de la investigación estatal, territorialmente parcelada, ha sido desglosada por Antonio Embid, catedrático de la Universidad de Zaragoza y, por último, la directora general de Universidades e Investigación de la Generalitat Valencia, Josefina Bueno, ha explicado las medidas tendentes a corregir la brecha de género en la política científica de la GVA.
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