Domiciano fue uno de los emperadores más sanguinarios de Roma. Cansado de los juegos del Coliseo, quiso dar un espectáculo digno de su perversión. Mandó que se enfrentaran cuerpo a cuerpo los dos mejores gladiadores. Pero con el aliciente macabro de que ambos eran hermanos. ... Para evitar una pantomima de lucha y que fuera lo más real y violenta posible les prometió la cláusula suelo, que consistía en que «el perdedor, el que mordiese la arena y fuera al suelo, no sería ejecutado».
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Algunas, no todas, entidades financieras quisieron hacer como Domiciano. Bajaron el tipo de interés de los préstamos, pero como contrapartida les pusieron la cláusula suelo. ¿Qué es la cláusula suelo? Pues cuando a un cliente le da el banco un préstamo a interés variable le ponen un límite mínimo (suelo) el cual no se puede traspasar y por mucho que bajen los intereses el cliente siempre pagará ese mínimo (suelo) y nunca se beneficiará de las bajadas de tipos de interés. ¿Por qué es ilegal? La cláusula en sí no es ilegal. Se ha declarado abusiva, y por tanto ilegal, por su falta de transparencia en la redacción. El Tribunal Supremo, en mayo del 2013, dijo que la cláusula de limitación de tipo de interés (cláusula suelo) es ilegal por falta de transparencia e información al cliente y obligó a las entidades financieras a devolver a sus clientes los intereses cobrados de más. ¿Y qué ha dicho el Tribunal de Justicia de la Unión Europea? Que efectivamente hay que devolver los intereses cobrados de más, pero desde el primer momento en que los intereses estaban por debajo del suelo. Sin limitación de fecha. ¿Y ahora qué? Partiendo de la premisa que la declaración de nulidad de la cláusula solo se obtiene por vía judicial mi consejo es el siguiente: lo primero, hoy mismo, ir al banco a reclamar la devolución de los intereses cobrados de más. La entidad financiera puede tomar dos vías. No contestar o dilatar la respuesta a su reclamación. En ese caso no pierda más el tiempo y, a través de un abogado o asociación de consumidores, reclame judicialmente. La segunda vía es que le ofrezca un trato y ahí es donde tiene que echar mano de un asesor (financiero/ abogado) para que analice qué es lo más rentable y seguro para usted. Hay que tener en cuenta que los procesos judiciales son caros y largos y que el dicho popular afirma que es mejor un mal acuerdo que un buen juicio. Usted mismo.
Admed y Moussa, los dos hermanos mauritanos gladiadores, dieron un verdadero recital de lucha. Se mostraron valientes, agresivos, habilidosos y diestros con la espada. Tras dos horas de lucha cuerpo a cuerpo Moussa cayó. Y el populacho enfervorizado por el espectáculo pidió la libertad de los dos hermanos. Muy a su pesar, Domiciano tuvo que tragarse la cláusula suelo y perder el valor de ambos gladiadores. Entraron esclavos en la arena del Coliseo y salieron libres.
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