«Las infraestructuras condicionan a La Rioja como referente turístico»

Blanco señala que La Rioja es un destino «muy apetecible para el turismo de fin de semana o de puentes festivos, porque la situación de la comunidad es muy estratégica, ya que está cerca de muchos sitios, a dos horas de Zaragoza, País Vasco, parte de Castilla y León, e incluso de Madrid, aunque esté un poco más lejos». «Y cuando se hace ese tipo de turismo se intenta que el tiempo invertido en los desplazamientos sea el menor posible», lo que se antoja muy complicado con los servicios actuales.

«Es una joya que despierta»

El docente incide en que «es evidente que La Rioja es un destino al que mucha gente quiere venir y el turismo se está convirtiendo en una parte muy importante del PIB riojano». «Es una joya que ya estaba puesta de manifiesto y que se está despertando a una velocidad tremenda, pero hay que aprovechar esa inercia porque, de lo contrario, serán otros los que lo hagan», advierte.

Sin tener datos objetivos, Blanco prefiere no valorar si el déficit en materia de infraestructuras ha impedido un mayor desarrollo del turismo riojano: «Como investigador le diría que no lo sé, pero como ciudadano de La Rioja le diría que sí. Hay un impacto, pero cuantificarlo es difícil». «Obviamente -apunta-, con mejores comunicaciones por tren, por ejemplo, más gente vendría a la comunidad, pero por ferrocarril actualmente sólo las frecuencias de conexión con Barcelona se pueden considerar más que suficientes».

Por último, Blanco reconoce que el turismo congresual, que suele mover importantes cantidades de visitantes (lo que se traduce en notables ingresos para las economías locales), «también podría recibir un impulso si mejoramos las conexiones». Eso sí, «aún seguiríamos compitiendo con dos gigantes como Bilbao y Zaragoza».