Zúñiga, en su despacho de la Jefatura Provincial de Tráfico.

«El factor humano está detrás de más del 90 por ciento de los accidentes»

Jefa Provincial de Tráfico de La Rioja

Luis J. Ruiz

Domingo, 4 de diciembre 2016, 21:01

Beatriz Zúñiga, al frente de la Jefatura Provincial de Tráfico en La Rioja desde enero del año 2015, vive uno de sus momentos más complicados. El último mes ha sido especialmente trágico en las carreteras riojanas con diez víctimas mortales. Muertes, lamenta, que en algún ... caso podrían haberse evitado. «Analizando la siniestralidad y los fallecidos de este año vemos que el factor humano ha sido, por desgracia, la causa directa de los accidentes», explica.

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¿Qué ha pasado en las carreteras riojanas este año para que ya se hayan registrado un total de 21 fallecidos?

La verdad es que eso es lo que desde la Dirección General de Tráfico quisiéramos saber para preverlo y evitarlo. Este año, por desgracia, llevamos 21 fallecidos, de los que 19 han sido en vías interurbanas y 10 de ellos sólo en el último mes. Un mes que suele ser tranquilo ya que no hay ningún puente especial ni grandes desplazamientos. Tampoco sabemos qué es lo que ha pasado, pero estudiando la siniestralidad y analizando los fallecidos de este año sí que vemos que el factor humano ha sido la causa directa de los accidentes: la velocidad inadecuada, la invasión del sentido contrario, las distracciones... Sobre todo la velocidad y las distracciones han sido los factores determinantes de la siniestralidad. Quizá se deba a un exceso de confianza por parte de los conductores que conocen la carretera por la que circulan, quizá esas distracciones por el uso de móvil... Con cada accidente que se registra con víctimas, heridos o fallecidos, se hace un estudio valorando y analizando el motivo. Un estudio de los accidentes de los últimos tres años en la Nacional 232 apunta que en el 40% de los casos fue una distracción; en el 15%, la velocidad; y en el 11%, la invasión del sentido contrario. Además, a todo ello hay que sumar que en el 10% de los accidentes con víctimas el conductor había consumido alcohol o drogas.

Y eso que sucede en la N-232, ¿es extensivo al resto de vías?

Ese estudio lo hemos hecho en diferentes carreteras de titularidad estatal y autonómica y en todas las carreteras tenemos prácticamente el mismo porcentaje en cuanto a velocidad y distracción y, por desgracia, también en el consumo de alcohol y drogas. En cualquier accidente y en cualquier vía, el factor humano sigue estando presente.

Ese factor humano al que se refiere, ¿tiene más peso en una vías que en otras?

Los porcentajes y las causas directas de los accidentes son prácticamente iguales en todas. Da igual la Nacional 232 que una de titularidad autonómica. La velocidad y las distracciones son la causa directa en cualquier accidente con víctimas y en cualquier vía.

¿Y qué responsabilidad puede tener en un accidente el estado de las carreteras o la antigüedad del parque automovilístico de La Rioja?

Siempre tenemos claro que hay tres factores que pueden influir en un accidente: el humano, la vía y el vehículo. El factor humano suele ser del 80 o el 90%. Analizando los accidentes de estos últimos años podemos decir que en más del 90% de los casos la causa del accidente no ha sido ni por la infraestructura ni por culpa del vehículo.

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¿Falta concienciación por parte de los conductores a la hora de ponerse al volante?

Quizá todos deberíamos ser más conscientes de la máquina que tenemos en nuestras manos. Creemos que el vehículo lo controlamos, que conocemos la carretera y no somos conscientes de lo que puede conllevar una imprudencia o una mala acción, un exceso de velocidad... Todos pensamos que ser víctima de un accidente es algo que le pasa a otros y no somos conscientes de la máquina que llevamos en nuestras manos y que puede acabar con nuestra vida y con la de los demás usuarios de la carretera.

¿Hay algún tipo de solución?

Desde la DGT creemos que el camino es la formación y la información. Desde la Jefatura provincial de Tráfico intentamos concienciar desde la educación y la seguridad vial con charlas en colegios e institutos y tratamos de que esa educación esté presente en todos los ciclos de la vida, desde los más pequeños a los más mayores. Es la herramienta clave. Hacemos diferentes campañas, no solamente de velocidad o de alcohol y drogas, que son las más repetidas e intentamos darles la mayor divulgación posible para que sirvan para concienciar. Parece que hasta que no llega la mano dura, como la modificación del Código Penal, de la Ley de Seguridad Vial o las multas, no nos concienciamos. Pero tenemos que tener claro que las imprudencias puede acabar con nuestras vidas.

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En el 2005 se creó el Grupo de Trabajo GT1 en el que se integran la Comisión de Tráfico y Seguridad de la Circulación Vial de la Comunidad Autónoma de La Rioja para abordar la siniestralidad de la N-232 a su paso por La Rioja. ¿Qué es lo que se ha hecho en este tiempo?

Ese grupo de trabajo lleva a cabo el proyecto Omina para mejorar la accidentabilidad y la siniestralidad interviniendo desde la investigación y a través de otras actuaciones. Se han ejecutado más de 230 medidas. Ese grupo de trabajo está integrado por demarcación de carreteras del Estado, de la Comunidad Autónoma, la agrupación de Tráfico de la Guardia Civil y la Jefatura de Tráfico. Se ha actuado en el firme, en el pavimento, en los puntos conflictivos, en la señalización... A todo ello se suman las próximas campañas de control de transporte escolar y las que hemos hecho de vigilancia de las motos en la Nacional 232 ya que llevamos tres motoristas fallecidos este año y alguno de ellos no llevaba el equipamiento homologado... Aún queda mucho trabajo por hacer.

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¿Qué le diría a alguien que está a punto de subirse a un vehículo?

Lo primero, que tenga prudencia porque está en juego su vida. Todos tenemos una madre, un padre, un hijo que, si fallecemos, son los que van a llevar esa pena. La vida cambia radicalmente tras una accidente de tráfico así que, por favor, que todo el mundo tenga mucha prudencia y que recuerden que los excesos de velocidad o no ponerse el cinturón puede dejarles secuelas permanentes.

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