Recolección tradicional de olivas en la comarca de Cervera, en una imagen de archivo.

Malos tiempos para la oliva

La cosecha de aceituna se reducirá hasta en el 60% en las zonas de secano de La Rioja

María Félez

Viernes, 11 de noviembre 2016, 21:52

Sólo atañe a los olivos de secano, pero el problema es que hay muchos en La Rioja, especialmente en Rioja Baja. La sequía de este año ha afectado también al olivo y los árboles más longevos, que no cuentan con riego artificial, ... podrían ver reducida su cosecha en torno a un 60% con respecto al año pasado, lo que afectaría a gran parte de las 2.100 hectáreas de olivo que están en producción en tierras de secano en nuestra comunidad. El resto, las de regadío, en torno a 2.500 hectáreas, no se verían afectadas por el déficit hídrico actual.

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«No es cuestión de que la oliva esté pasificada, que también lo está en algunos casos, eso se podría solucionar con una mano de lluvia en estas semanas que faltan hasta la recogida de la oliva», explica Pedro García desde la UAGR para continuar explicando que «el problema fueron los meses de mayo y junio, momento del cuajado del olivo. Fueron meses muy adversos para el árbol por el tema de falta de lluvias y ahora no hay casi fruto». «Luego está el tema de la vecería», prosigue antes de aclarar que «hay árboles que el año pasado, que fue muy bueno, no tenían una sola oliva y que este año están llenos», explica. La vecería es un régimen de explotación de los olivos que consiste en alternar grandes producciones de fruto con otros años de rendimientos considerablemente más bajos.

«Hay algunos olivos en los que casi ni ves las olivas», ratifica José Luis Acereda, agricultor también de La Rioja Baja. Él tiene algo más de hectárea y media de olivo. «No es mucho pero este año es que ni lo voy a coger porque no me merece la pena meter ahí la cosechadora; te cuestan más las cintas que el manto», asevera. «El resto de lo que veo por esta zona está todo igual», detalla.

En la DOP Aceite de Rioja no son tan pesimistas. «Es verdad que el año climático irregular va a propiciar una cosecha inferior a la del año pasado», auguran desde la Denominación, en donde apuntan que las comparaciones con la cosecha del año pasado son inapropiadas porque esa fue una cosecha casi histórica por la gran cantidad de oliva recogida. Además añaden que es demasiado pronto para hablar de porcentajes porque la sequía sólo afecta a los terrenos de secano y la reducción de cosecha de estas zonas se puede paliar con las de regadío, que tendrán una cosecha normal.

También aseguran que en contraposición a los perjuicios que conlleva la sequía, «al estar el olivo menos cargado y no haber casi humedad tendrá más aromas».

A estas explicaciones la DOP agrega que sus socios cuentan, en su mayoría, con olivos de regadío por lo que la afección no será tanta en su cosecha, que el año pasado fue de 4.200 toneladas de oliva de las 14.483 toneladas que se recogieron en toda la comunidad.

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Retraso en la campaña

Al igual que pasó con la uva, la oliva también viene más tarde de lo habitual. Aunque algunos productores, los más tempranos, ya están empezando a recoger alguna variedad, se prevé que la campaña no se va a generalizar hasta el puente de la Inmaculada.

El motivo es que este verano hemos vivido grandes oscilaciones térmicas que no han dejado madurar bien la oliva.

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