De Paco Román a Neuman

Sólo un punto negativo se puede poner a las primeras horas de MuWi: el retraso acumulado. Es una pega perdonable para una primera jornada y casi ya tan extendida en cualquier festival que muchas veces se pasa por encima y se obvia. En lo positivo, lo cierto es que la organización del festival fue, por lo demás, óptima. Las Bodegas Franco Españolas funcionan como un espacio perfecto, dividido en distintas zonas por las que pasear entre concierto y concierto. Hay varias barras para evitar las largas colas y los precios no son excesivos. También hay una zona de puestos de tiendas y artesanos, eso sí, algo desangelada.

Y un espacio Red Bull con un DJ permanente para los que no son indies 100%. Por haber, incluso, hay zona verde donde sentarse para poder disfrutar de la música en directo y un servicio permanente de limpieza que no permite la acumulación de basura. Todo eso cuenta a la hora de otorgar una buena y primera impresión de MuWi. Aunque también hay que tener en cuenta de que el festival se celebra no en un descampado sino en una bodega centenaria a la que cita Cela (Premio Nobel) en una de sus obras. Todo cuenta.

Isaac inaugura

El riojano Isaac Miguel tuvo la difícil tarea de inaugurar no sólo la jornada, sino todo el festival. Lo hizo con una banda al completo y sonó bien. El sonido fue otro de los grandes aciertos de MuWi, nadie se puede quejar de que se oía mal y sólo Neuman sufrió algún acoplamiento. Empezaron a caer algunas gotas de lluvia sobre las 20 horas, cuando arrancó Isaac Miguel, retrasado ante un público escaso. Pero su directo fue más que digno, animado, presentando las canciones de sus discos Sólo puedo ir a peor y Nuestra Odisea.

Algunas de ellas, como, precisamente, Sólo puedo ir a peor una «zarzuela pop», como él mismo presentó recordaban a Queen. Después su directo, con ocho músicos sobre el escenario, incluida una sección de vientos con el también local José Andrés Biribay como saxofón, derivó hacia el rock para interpretar canciones como Prepárate, rubia.

Al parecer, el retraso acumulado fue motivado por la primera prueba de sonido, durante la que se fue la electricidad en dos ocasiones. La Sala de los Tinos acogió, paralelamente al concierto de Isaac Miguel, un recital acústico y en solitario del líder de Neuman. Fue una bonita experiencia sobre un espacio hermoso, rodeado de antiguas tinas de madera y las fotografías de Luis Abel Fallas y Carlos Caperos. Paco Román (Neuman) tocó sólo con la guitarra acústica, ofreciendo un repertorio breve, un aperitivo de lo que ofrecería después, en formato eléctrico, sobre el escenario.

Caras conocidas

Stay fue la segunda banda en actuar sobre el escenario grande de MuWi, formada por jóvenes músicos de Barcelona y ofreciendo un rock clásico de aire anglosajón. Con ellos anocheció sobre Logroño y aparecieron las luces de colores para ambientar el festival. El público empezó a llenar los espacios y pasó el peligro de lluvia. Lo que hizo lo hizo bien Stay pero tal vez sobró su actuación, y es que cinco grupos de un tirón son demasiados. Un festival es esto, una sucesión de conciertos, pero MuWi sólo tiene un escenario, no hay posibilidad de elección, y por delante quedaban por ver todavía a Bigott, Neuman y La Habitación Roja, además de a DJ Coco.

Bigott ofreció un concierto con la banda al completo, uno de los pocos, si no el único, que habrá podido dar en Logroño, después de haber pasado por la matinal de Actual, el Biribay Jazz Club y el Menhir. El suyo, realmente, fue un directo animado, que empezó asemejándose a Radiohead y terminó versionando a The Cure. El repertorio tuvo varias alternativas, canciones más movidas, baladas y mostró a un Borja Lando contento y satisfecho con su trabajo, algo que se transmitió al público. «¡Yujuh!», gritó, y al instante se confesó: «Soy un moñas». Bigott finalizó su actuación a las 23.30 horas, casi cuando debía acabar el siguiente, Neuman.

Entre el público ya se podían ver algunas caras conocidas, como las de los músicos Raúl Usieto (Pecker) y Yanara Esponiza (Papaya), la alcaldesa Cuca Gamarra, la dirigente nacional 'popular' Andrea Levy, y los concejales del Ayuntamiento de Logroño Rubén Antoñanzas (PR+), Julián San Martín (Cs) e Izaskun Fernández (PSOE), además de los socialistas Emilia Fernández y Francisco Javier Rodríguez o Gonzalo Peña (Cambia Logroño). Fue el turno de Neuman, tras una larga espera. Paco Román cambió la camisa de leñador que exhibió en la Sala de los Tinos por una vaquera y la guitarra acústica por una eléctrica. Su música fue la más contundente, la más rockera, y también la más seguida de la noche, hasta el momento.

La última actuación, la de La Habitación Roja, supuso cerrar la jornada como se abrió, con música cantada en castellano envolviendo a tres grupos que lo hicieron en inglés. La larga trayectoria de los valencianos hizo del suyo un concierto esperado y admirado. Presentaron, sobre todo, las canciones de su nuevo disco, Sagrado corazón, después de que Pau Roca y Jorge Martí disfrutaran de sus compañeros de escenario durante las horas previas, mezclados entre el público. Y así, avanzada la noche, finalizó la primera jornada de MuWi que, por fortuna, no ha hecho más que empezar.