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El alfarero Toño Naharro elabora una de sus reconocidas piezas de cerámica en su taller de Navarrete.
El tirón de lo hecho a mano

El tirón de lo hecho a mano

El sello de calidad artesanal ampara a 294 personas o empresas, de 63 oficios, repartidas en 50 municipios

Pilar Hidalgo

Viernes, 29 de julio 2016, 21:48

El sello de 'Artesanía de La Rioja' cada vez goza de más tirón entre los productores, elaboradores y creadores de la región. El sector artesanal ha experimentado un vertiginoso crecimiento en la última década en la comunidad, como lo atestigua que en el 2007 La Rioja contase con tan sólo 45 artesanos o empresas artesanas inscritas en el Registro General de Artesanía regional y en la actualidad esta cifra se haya multiplicado casi por siete. En el 2016 un total de 294 personas o firmas disfrutan de esta consideración, de las que 130 trabajan en el ámbito artístico y 164 en el agroalimentario, según datos facilitados por la Dirección General de Industria y Comercio del Gobierno riojano.

De este conjunto, 200 son artesanos individuales, 69 casos responden al perfil de una empresa artesana y 25 obedecen a la figura del artesano honorario (esto es, personas que han desarrollado una actividad artesanal a lo largo de su vida y que en estos momentos continúan llevándola a cabo, pero como afición o entretenimiento y no como una fuente para la obtención de recursos económicos. La mayoría de honorarios están jubilados).

En el 2010 había un total de 149 artesanos o empresas artesanas (90 artísticos y 59 agroalimentarios, de ellos 19 eran además honorarios).

Múltiples oficios, firmas, diversidad...

El sector se caracteriza en La Rioja por la multiplicidad de profesiones u oficios que realizan los 294 artesanos o firmas artesanas amparadas. El marchamo 'Artesanía de La Rioja' reconoce 63, siendo los que concentran un mayor número de miembros los oficios de pastelero (29 inscritos), chacinero/charcutero (22), alpargatero (19), elaborador de conservas vegetales (18) y alfarero (17).

Además del amplio abanico de ocupaciones, estas actividades presentan una distribución muy diversificada por todo nuestro territorio, con artesanos presentes en todas las comarcas riojanas y en hasta 50 municipios.

El mayor número, sin embargo, se sitúa en Logroño (55), Navarrete (24), Cervera (19) y Quel (18).

El director general de Industria y Comercio, Julio Herreros, atribuye el fuerte despegue del sector artesano en La Rioja a la puesta en marcha por parte del Ejecutivo regional de dos planes de apoyo (entre los años 2007-2011 y 2012-2015) y a que el contexto de recesión económica durante este tiempo ha contribuido a que «la gente haya visto una oportunidad de negocio y haya emprendido».

No obstante, la presidenta de la Asociación de Artesanos de La Rioja (Artesar), María Victoria Mateo, considera que, si bien estas producciones hechas a mano gozan de «un valor añadido por su calidad y el cliente lo reconoce, la venta ha resultado muy difícil en los años de la crisis, y lo sigue siendo, ya que cuestan más que otras cosas».

Procedimiento

Lucir el sello de 'Artesanía de La Rioja' exige superar un procedimiento y cumplir ciertos requisitos recogidos en el decreto 53/2006. Según esta norma, la persona o empresa que desee aspirar a la calificación de 'artesano' deberá presentar su solicitud ante la Dirección General de Industria y Comercio, indicando el oficio en el que se quiere inscribir. Para que una sociedad obtenga la consideración de artesana tendrá que disponer de al menos un artesano entre su personal.

El proceso exigido a cada profesión u oficio para que se certifique como artesano queda descrito en una ficha. Atendiendo a lo que este documento especifica, técnicos de Industria y Comercio (en el caso de las actividades artísticas) o de la Consejería de Agricultura y Ganadería (para las agroalimentarias) contrastan y luego supervisan en una visita los métodos de producción/creación y los ingredientes (en el caso de los alimentos). A partir de lo visto, redactan un informe que concluirá si el peticionario merece optar al sello de 'Artesanía de La Rioja'. Este documento se debate en el Consejo de Artesanía, que da o no el visto bueno al solicitante y, finalmente, el director general de Industria y Comercio dicta la resolución.

Quien vea satisfecha su demanda obtendrá un carné profesional, que certifica su condición de artesano, y que le facultará para acudir a ferias de otras autonomías, un diploma y un distintivo para que publicite su carácter de artesano reconocido. Este reconocimiento tendrá una vigencia de cinco años. Transcurrido este plazo, el beneficiario deberá solicitar su renovación y, para ello, tendrá que someterse a una comprobación del proceso. Los artesanos por cuenta propia deben estar dados de alta en el IAE y los que trabajen por cuenta ajena, en la Seguridad Social.

Actualmente, la dirección general encabezada por Herreros está perfilando el tercer plan de apoyo al sector para el periodo 2016-2020, cuyas principales líneas estratégicas perseguirán profundizar en la divulgación del sello de calidad, conocer el peso real de la artesanía en la economía riojana (por el momento no se disponen de datos acerca de su repercusión en el PIB) y potenciar nuevos canales de comercialización.

«Tenemos que resaltar la labor que hay detrás de la artesanía, ligada a una cultura y a una forma de hacer las cosas para que la gente valore ese conocimiento que, por otro lado, no deja de ser un atractivo turístico», remarca Herreros. Y es que un objetivo último sería que se llevaran a cabo visitas a centros de producción artesanos (alfarerías, talleres de forja...), de la misma manera que ahora se realiza a las bodegas.

«Un atractivo adicional para el turismo»

«La artesanía constituye un atractivo adicional para que alguien visite un municipio, además de un factor de vertebración territorial y un medio para fijar población en el medio rural», destaca el director general de Industria y Comercio.

Por su parte, y de cara al futuro, el presidente de ART-4 (que agrupa a artesanos artísticos), Saúl Ruiz, reclama una mayor exigencia para optar a la marca de artesano. «Se está aplicando esta palabra a productos que no la deberían tener. Por ejemplo, antes los chorizos se secaban al aire en invierno y hoy en secaderos para asegurar la producción durante todo el año». A su vez, critica que en La Rioja se ampare bajo un mismo indicativo a los artesanos artísticos y agroalimentarios. «En otras comunidades se nos diferencia». También en Europa, donde la normativa sólo admite el calificativo de 'artesano' para los artísticos.

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