Secciones
Servicios
Destacamos
Sergio Moreno Laya
Miércoles, 29 de junio 2016, 19:19
La física y la química. El todo, al menos para quien las entiendan. Todo parece ser física y química. Y sin física se complica la química. No por nada, sino porque para hacer química es necesario tener una estructura física. Es lo que se ha ... buscado al menos en la Universidad de La Rioja para favorecer la investigación química. Una estructura en constante evolución que arrancó por la propia iniciativa de unos químicos que comprendieron en el año 1992 la necesidad de dotar a sus grupos de investigación de un músculo físico en favor de la química riojana desde dentro de la Universidad de La Rioja.
relacionado
Ya en aquel 1992 existía en la UR un Departamento de Química diferenciado en cuatro subdepartamentos: dos de química orgánica y otros dos de química inorgánica. Los cuatro grupos, desde ese año, han estado fomentando la investigación química básica con objetivos comunes e investigación colaborativa. «Observamos la necesidad de crear una estructura superior para desarrollar nuestra labor», explica Pedro J. Campos, director de lo que hoy en día es el Centro de Investigación en Síntesis Química (CISQ).
En todos estos años, la estructura física les ha permitido dejar de ser un Departamento de Química al uso. Pero tampoco han conseguido ser un Instituto de Investigación, objetivo último, que permitiría jugar en otras ligas. El CISQ se encuentra en un estadio intermedio en este proceso físico. «Nuestro objetivo sigue siendo convertirnos en un Instituto de Investigación, como lo es, por ejemplo, el CIBIR, pero de momento no puede ser así». Y encuentra un razón principal: «En la UR sigue funcionando lo del café para todos», para de nuevo fijar el foco sobre el eterno debate de la especialización o poner todos los huevos en la misma cesta.
Un Instituto
A la espera de poder crecer y de lograr, por tanto, el anhelo de ser un Instituto de Investigación con entidad financiera y organizativa propias hay que tener muy en cuenta la importante crisis que se está viviendo desde 2008, el CISQ prosigue con aquellos fundamentos que ya en 1992 marcaron esos químicos pioneros para dotar de física (estructura) a la química riojana.
Por tanto, de momento el Centro de Investigación en Síntesis Química (CISQ) es un centro propio de investigación creado a iniciativa de los profesores e investigadores de las áreas de química inorgánica y química orgánica del Departamento de Química de la Universidad de La Rioja.
Desde el 16 de junio de 2008, el CISQ quiere ser un espacio de trabajo para la investigación, la asesoría y el acercamiento al sector empresarial, mediante la aplicación de los resultados de la investigación básica al desarrollo tecnológico. Pretende, por tanto, ser un canalizador de conocimiento desde la química básica hacia el mundo de la empresa.
El CISQ conforma un ecosistema de investigadores químicos donde se proyectan jóvenes talentos riojanos de esta materia. «Fomentamos una investigación de excelencia, con especial atención a la formación de investigadores, y a su inserción en el tejido industrial de la región». 18 profesores y más de 20 investigadores predoctorales y postdoctorales, además de los alumnos de los alumnos que están haciendo el trabajo fin de Master, así como los alumnos que están desarrollando el trabajo de fin de Grado. «Una población flotante que va y viene a los laboratorios y a los diversos grupos para desarrollar sus diversas investigaciones», indica Pedro J. Campos, al que no le asusta reconocer que «somos el grupo que hace la mejor investigación de esta Universidad».
En el CISQ se trabaja en un amplio abanico de líneas de investigación que tienen como elemento común la síntesis de compuestos inorgánicos, orgánicos y organometálicos, su caracterización y el estudio de sus propiedades.
Dentro de los compuestos de ámbitos más inorgánicos se pueden destacar las líneas dedicadas a la síntesis de nanomateriales de tipo nanopartícula metálica, la preparación de complejos de metales de transición con propiedades ópticas y sus posibles aplicaciones o complejos con propiedades biológicas.
La química organometálica se encuentra representada mediante el estudio de procesos de activación y catálisis, la preparación de compuestos de metales del grupo del platino con ligandos insaturados y el diseño de sistemas moleculares y supramoleculares de elementos de transición. Todas estas líneas se completan con el estudio de las propiedades optoelectrónicas y luminiscentes o el análisis de la comunicación electrónica en compuestos organometálicos.
En el campo de la química orgánica se haya bien representada la química de compuestos con interés biológico, como la síntesis y análisis conformacional de glicopéptidos o la síntesis estereoselectiva de hidroxiaminoácidos. Otro conjunto de líneas de investigación desarrolla nuevas síntesis mediante metodologías fotoquímicas. Entre ellas destacan las líneas dedicadas a la fotoquímica de sistemas nitrogenados y el diseño, síntesis y caracterización de motores moleculares biomiméticos accionados por la luz. También se desarrollan metodologías sintéticas fotoquímicas basadas en enlaces N-O y C-I y la preparación de compuestos fotoactivos. Además, se han ido consolidando estudios de fotoquímica computacional.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.