álvaro soto
Lunes, 20 de junio 2016, 17:12
¿Qué puede hacer La Rioja, una región con poco más de 300.000 habitantes, por los refugiados? Con esta pregunta ha iniciado el consejero de Servicios Sociales del Gobierno regional, Conrado Escobar, su intervención este lunes por la mañana en el acto que ha ... desarrollado Acnur en el parque del Retiro de Madrid con motivo del Día Mundial de los Refugiados. Y es que el proyecto riojano, que plantea la integración de los desplazados forzosos a través de su inclusión en el mundo laboral, ha sido seleccionado, junto con otro de la empresa Ikea, como ejemplo de iniciativas que deben extenderse por toda España para mejorar la acogida de los refugiados.
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En un acto presidido por la representante de Acnur en España, Francesca Fritz-Prguda, y la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, Escobar ha explicado cómo está funcionando este plan, que ha permitido la acogida de 68 personas en la región. En primer lugar, ha destacado la labor de Cruz Roja y la Federación de Empresarios de La Rioja (FER) y ha subrayado la importancia de la mesa de coordinación, en la que se han fundido los apoyos privados (dinero de los particulares) con las iniciativas públicas, como la cesión de edificios.
El Gobierno regional, ha contado Escobar, ha creado un itinerario laboral diferente para que los refugiados puedan integrarse a través del empleo. A veces nos pueden decir que por qué hacemos un plan diferenciado para ellos, con toda la gente que también lo está pasando mal. Pero pensamos que los refugiados tienen que superar más barreras, como un profundo sentimiento de desarraigo, la limitación de recursos y problemas con el idioma.
La mayoría de los acogidos en La Rioja ha llegado con sus familias, de manera que, concretamente, son 27 personas las que pueden incorporarse al mercado de trabajo. Y ahí es donde se han encontrado fortalezas: buena parte tiene una alta formación, con estudios universitarios, además de hablar idiomas como el inglés o el árabe, y entre ellos, hay controladores aéreos, ingenieros y profesionales de otros sectores de alta capacitación. Tienen mucho talento y pueden ofrecer un gran potencial a los empresarios, ha destacado Escobar.
Una vez que los refugiados están encaminado ya hacia el mercado laboral, el proyecto continúa con la visita de un técnico de Cruz Roja a las empresas. Para vencer las resistencias, la FER también acude a estas empresas para hacer apostolado, ha indicado Escobar. Y una vez que se halla un puesto de trabajo, aparecen las ventajas: el nuevo empleado enriquece el nivel de la plantilla y ésta pueda ser así más competitiva, asegura el consejero. En sus siguientes etapas, se realiza un seguimiento del programa y una evaluación de él y finalmente, un plan de comunicación para darlo a conocer. Lo más importante es que contribuye al cambio social, ha resaltado Escobar.
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