Centro penitenciario de Logroño, cuyo casco urbano se observa al fondo.

Funcionarios de la prisión denuncian la «extrema carencia» de personal

Los sindicatos alertan del alza de enfrentamientos entre los internos por la «superpoblación» en los módulos debido a las obras que se realizan en el centro

Teri Sáenz

Miércoles, 20 de abril 2016, 22:35

APFP y ACAIP, las centrales con mayor representatividad en la prisión de Logroño, han trasladado al juez de vigilancia penitenciaria una denuncia por la «extrema carencia» de personal de vigilancia interior.

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Los sindicatos lamentan no sólo que no se hayan atendido las reiteradas reclamaciones ... al respecto concretadas en diversas movilizaciones, sino que alertan de que la situación se ha agravado con la presencia en las instalaciones de la capital riojana de unos 20 internos más y, sobre todo, las obras en las que ahora mismo está inmersa la cárcel y que se prolongarán previsiblemente al menos un año. «Como consecuencia de ello se ha cerrado un módulo y se irán cerrando otros de forma paulatina», relatan los representantes de los empleados.

«Lo problemático -prosiguen en el argumentario de su denuncia- es que no se ha llevado a internos a otros centros cercanos como es el proceder habitual en otros lugares donde se han acometido trabajos de larga duración, sino que aquí se han distribuido en otros módulos de las mismas instalaciones». Y añaden: «Esta situación conlleva una superpoblación en los módulos, donde celdas diseñadas para un solo interno están ocupadas en un 90% por dos».

Bombas de relojería

El personal de la cárcel de Logroño no ahorra en detalles para subrayar la gravedad del caso y, especialmente, el deterioro de la convivencia entre los inquilinos de la prisión que está teniendo como consecuencia directa. «Hay un mayor número de enfrentamientos; estadísticamente está demostrado que esta situación provoca más altercados, mayor sensación de impunidad y los módulos se convierten en bombas de relojería», remachan.

Tanto APFP como ACAIP suman a ello la ya denunciada escasez de personal especializado. «Si antes nos era imposible prestar un servicio digno, ahora, con módulos superpoblados e infinidad de tareas nuevas que realizar y que van desde cacheos generales hasta requisas, resulta simplemente imposible». Según recuerdan, los sindicatos han venido solicitando funcionarios en prácticas o interinos para cubrir esas carencias, estimando las necesidades en unos 25 trabajadores de vigilancia interior. Sin embargo, cuestionan que la solución haya sido adjudicar al centro sólo tres en prácticas -que deberían de estar en todo momento supervisados- que llegarán posiblemente en mayo «y que no harán otra cosa que compensar los compañeros que estos escasos meses salen a segunda actividad».

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Ante ese cúmulo de circunstancias, los funcionarios de la prisión de la capital riojana se muestran concluyentes en su colofón: «Nos sentimos impotentes e incapaces de garantizar la seguridad de los reclusos, la de las personas que entran del exterior a realizar distintas tareas y la nuestra propia».

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