Y ahora que no hay suelo...

De acuerdo, la 'cláusula suelo' de mi hipoteca es ilegal. Pero... ¿qué pasa ahora?

PABLO ÁLVAREZ

Lunes, 11 de abril 2016, 08:41

Una hipoteca variable (la mayoría, en España) es una especie de apuesta. Uno firma devolver el dinero prestado (principal) y unos intereses que varían en función de los tipos de interés oficiales. Al final, esos tipos de interés y su fluctuación aleatoria (o casi) ... acaban decidiendo si pagaremos más o menos. El juego está hecho, evidentemente, para que gane el que presta, que para eso un banco es un negocio. Y más teniendo en cuenta las llamadas 'cláusulas suelo', que servían básicamente para asegurar a los bancos hasta contra algo que parecía casi imposible: que los intereses bajaran tanto que la ganancia de la entidad no sólo se quedara raquítica, sino que peligrara, gastos deducidos, hasta con ser inexistente.

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Y ahora viene un juzgado y dice que esas cláusulas, presentes en casi la mitad de las hipotecas, eran ilegales. Con lo cual, además de propiciar un follón bancario (uno más, en un sector que no gana para sinsabores) deja al consumidor con una duda más que notable: qué pasa ahora con mi dinero. Veamos, pues, qué debería hacer el consumidor para asegurarse ante esta marejadilla bancaria que puede acabar con un pellizco en nuestras cuentas más que apreciable.

Ante la duda, lo primero es lo primero. ¿Tengo una 'cláusula suelo' en mi contrato hipotecario? Búsquelo, pero no literalmente: no habrá ningún epígrafe llamado 'cláusula suelo' en su hipoteca. Mas bien habrá, en los apartados dedicados al interés a pagar, una afirmación del estilo «El tipo de interés resultante no podrá en ningún caso ser inferior al .%». Si usted no se había dado cuenta, es normal: precisamente por esa falta de información al cliente, la justicia ha declarado nulas estas cláusulas. O haga cuentas, simplemente. Si el interés que le están cobrando es mayor al euribor más el diferencial que usted firmó, está usted sufriendo una 'cláusula suelo'.

Nada de cambios

Una vez seguro de que le ha tocado, toca reclamar. Acuda usted a su oficina a informarse, pero vaya con una premisa: la cláusula es ilegal al cien por cien. Lo ilegal se retira, y el dinero deben devolvérselo, con los intereses legales reclamables en este caso. Y por supuesto, deben dejar de cobrarle ese diferencial en los años que quedan de hipoteca.

Esto último es bueno recordarlo porque son varias las entidades que han intentado en los últimos meses llegar a acuerdos con sus clientes en los que éstos deben renunciar de inicio a posteriores reclamaciones judiciales. Como principio general, cualquier acuerdo que exija esto último es, como poco, sospechoso. Así que recuerde que la Justicia y la ley están de su parte.

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Lo que dice la Justicia es, además, que lo único no válido de su contrato es la cláusula. Es decir, que su banco tiene la obligación de mantenerle las mismas condiciones que tiene, pero eliminando esa cláusula. O sea, que si le sugieren cambiar su hipoteca o contratar otra serie de productos a cambio de eliminarle la 'cláusula suelo', recuerde: no tiene por qué hacerlo.

Otra cuestión es el desde cuándo. La sentencia se remite a mayo del 2013, fecha de la sentencia del Supremo de la que se están extrayendo todas estas consecuencias. Así que en principio, ahora mismo, su banco debería devolverle lo cobrado en estos últimos tres años. Pero la bajada de los tipos de interés hizo que estas cláusulas empezaran a activarse (dependiendo de cada uno, claro) alrededor del 2009. Así que, ¿qué pasa con esos otros tres o cuatro años de cobros indebidos?

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Pues habrá que ver: el asunto está en manos del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, que deberá decidir si aplica a este caso una retroactividad total, es decir, si dictamina que puesto que las 'cláusulas suelo' son ilegales, lo son en toda su duración, no solo desde la sentencia del Supremo. La decisión se espera para finales de mes, y las señales que se van dejando caer en los mentideros europeos son que esa sentencia será contraria a la banca de nuevo. Así que el pellizco del que hablábamos podría ser el doble del inicial.

En cualquier caso, no espere que su banco de usted le va a devolver el dinero mañana. Las entidades llevan años guardando dinero (provisionando, que se dice en el argot) en espera de esta sentencia. Pero eso no quiere decir que aún así se rindan sin lucha: los recursos ya han sido anunciados, aunque la jurisprudencia en este caso empieza a pesar como una losa. No parece previsible que los bancos consigan revertir la tendencia, pero sí que al menos podrán retrasar su aplicación, y quizá así convencer a un puñado de clientes de que acepten acuerdos extrajudiciales.

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En cualquier caso, un buen consejo es asociarse y buscar consejo experto. Ahora son muchos los despachos que defienden a los afectados por estas causas, en la práctica casos todos idénticos. Habrá que dar crédito sin embargo a ADICAE, la asociación de usuarios de banca que ha conseguido esta histórica sentencia y que ha montado una plataforma de afectados.

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